Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Tarjeta verde: ¿por qué no en la Liga?

E l futbolista del Vicenza de Italia, Cristian Galano, recibió días pasados la primera tarjeta verde de la historia, que premia el comportamiento deportivo de los jugadores sobre el terreno de juego. Ello, gracias a su buen gesto durante el duelo Vicenza-Cesena.

La acción que le valió esa tarjeta verde ocurrió en el minuto 53. Fue cuando Galano admitió que el defensa del Cesena no había tocado la pelota al salir por la línea de fondo y, por lo tanto, el árbitro determinó que era saque de arco, y no córner como había indicado en un primer momento.

Si las tarjetas roja y amarilla sancionan a los jugadores, la verde lo que hace es reconocer su buen comportamiento.

La iniciativa, promovida por la Liga de la Serie B y realizada en colaboración con la Asociación Italiana de Árbitros, tendrá continuidad hasta final de temporada.

A muchísimos kilómetros de allí, en una ciudad futbolera del sur argentino con una competencia de base muy importante, con clubes que con denodado esfuerzo le otorgan un crecimiento constante a los predios donde juegan los pibes, la idea sería bienvenida.

Como una manera de entender que por encima de las especulaciones, las actitudes ventajeras, el desprecio por el rival, bien pueden surgir raptos de caballerosidad, de honestidad, de valorar la justicia y lo que, por ende, sostiene el reglamento. Y sus cultores, ser valorados por esas simplísimas razones.

Y, también, como un mensaje que arrancaría desde quienes, justamente, deben impartir justicia, los árbitros, pero que se corporizaría en los entrenadores, chicos y fundamentalmente en muchos padres que no terminan de interpretar en forma cabal de qué se trata el fútbol formativo.

"Se trata de una iniciativa que pretende servir de estímulo para el crecimiento del juego justo, pero además del respeto recíproco y de los valores del fútbol. Tiene un tenor exclusivamente simbólico", manifestó el presidente de la Serie B italiana, Andrea Abodi.

Una iniciativa, al cabo, que tendría excelente acogida en el fútbol menor e infantil de nuestra Liga del Sur.

¿Por qué no?