Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

El rebote, con pasos más firmes

El rebote, con pasos más firmes. Análisis económico La Nueva. Bahía Blanca

Luego del paso en falso del segundo semestre, cuando pareció que se venía una recuperación de la economía que finalmente no se produjo, ahora pocos se animan a aventurar que se está más cerca de la salida de la recesión.

Pero los últimos indicadores parecen indicar exactamente eso. De no haber mayores sorpresas, para abril la Argentina habrá salido del pozo, al menos técnicamente.

Con dos trimestres consecutivos de mejora es posible considerar que se ha dejado atrás la caída. Y al revés puede afirmarse luego de dos trimestres en rojo.

Distintos indicadores permiten que ese optimismo se afiance, con menos temores a un nuevo error. Pero no se trata sólo de analizar los últimos datos de ventas, sino también de las perspectivas que se mantienen sólidas por lo menos para los próximos meses.

El patentamiento de autos cero kilómetro aumentó un 60% en enero en relación al año anterior.

Pero también subieron las ventas de motos y se incrementó más de 40% la escrituración de departamentos en Capital Federal. Un dato no menor es que más del 16% de las operaciones se realizó con crédito hipotecario.

Imposible no remitir a los millonarios volúmenes del blanqueo para explicar el salto que se dio en estas operaciones.

Lo positivo, en todo caso, es que el sinceramiento fiscal ya tuvo efectos favorables en la recaudación, pero ahora está empezando a repercutir positivamente en la actividad.

También se notan señales positivas por el lado de la construcción y la obra pública. Pero el efecto más importante comenzará a notarse en los próximos meses, cuando los desembolsos vayan teniendo más dinamismo.

Una de las críticas respecto a lo sucedido el año pasado es que el ritmo de obras estuvo muy por debajo de que el propio gobierno había planificado.

La inexperiencia, pero sobre todo las desprolijidades del gobierno anterior hicieron perder los valiosos seis primeros meses de gestión. El salto de los fondos comprometidos para infraestructura resultará espectacular cuando se realice la comparación interanual a partir de los próximos meses.

Además de la obra pública, el agro aporta también lo suyo. Pese al impacto de los incendios y en particular de las inundaciones en Santa Fe generó pérdidas millonarias, no obstante todo se encamina a una cosecha récord.

Y allí hay que contabilizar la fuerte entrada de divisas, pero sobre todo el movimiento relacionado con el agro, desde el transporte hasta las cubiertas, peajes y combustible.

Ese efecto virtuoso que tan presente estuvo en la salida de la crisis del 2001 se reiterará, aunque en dosis mucho menores en esta oportunidad.

Sin moros en la costa

El frente externo está bastante más tranquilo de lo que se vaticinaba a fin de año.

Por lo pronto, una astuta jugada del ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo permitió a la Argentina conseguir una porción sustancial del financiamiento externo que precisará para este año.

Todavía restan muchos pasos para dar. Si bien los recursos para hacer frente a los vencimientos de deuda y al déficit fiscal están casi asegurados, todavía las tasas resultan demasiado altas.

La Argentina paga entre 2 y 3 puntos porcentuales más para financiarse que sus vecinos.

Esto significa además una competencia desigual para las empresas en relación a sus pares regionales, ya que para ellas también resulta más oneroso conseguir crédito internacional y a largo plazo.

La bajad el riesgo país requerirá de una mejora de la calificación de la deuda argentina, un paso que las principales evaluadoras están dispuestas a dar siempre que noten un compromiso para bajar el déficit.

Mientras tanto, será difícil que las tasas mejoren sustancialmente para el país.

La incertidumbre relacionada con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos está lejos de haberse disipado, aunque los inversores por el momento parecen darle el beneficio de la duda.

Los mercados emergentes, que se habían visto muy afectados en noviembre luego de la victoria del republicano, ahora muestran una estabilidad mucho mayor.

Con este panorama, la meta de 3,5% de crecimiento del Presupuesto no parecen del todo desalineadas con lo que finalmente terminará sucediendo, aunque algunas estimaciones (como la del FMI) creen que finalmente se ubicará por debajo del 3%.

La variable que terminaría definiendo hasta dónde llega el repunte este año, luego de una caída de 2,5% en 2016, es el consumo.

La estabilidad del dólar jugaría a favor, pero los aumentos tarifarios volverán a impactar en forma negativa en el poder de compra de los salarios.

La magnitud del repunte es un dato que definitivamente impactará y mucho en las eleciones legislativas de octubre, que en la práctica arrancarán mucho años. Ya en agosto serán las primarias.

Y para ese momento el gobierno precisa que la recuperación sea mucho más que una promesa.