Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Tres clásicos del cine y un “Golpe con estilo”

Las leyendas de Hollywood Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin divierten en este film donde deciden asaltar un banco para recuperar sus ahorros.
Secuencias emotivas, risas y lágrimas generan estos tres íconos de la pantalla grande que decidieron actuar juntos.

Los tres ganadores de la Academia interpretan a trabajadores de fábrica, despedidos tras décadas de arduo trabajo e injustamente despojados de sus pensiones. Uno de ellos, Joe (Caine), encima está a punto de perder la casa que comparte con su hija y su nieta. Luego de atestiguar en persona un robo, se inspira y decide enlistar a sus amigos Willie (Freeman) y Albert (Arkin) para robar el banco que se ha apropiado de sus pensiones.

Para eso desarrollan un plan que incluye armas, logística y una coartada. Las leyendas de Hollywood, Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin, divierten y emocionan, en esta cinta pequeña, sin pretensiones pero muy efectiva.

Más allá de la trama, elemental y previsible, hay un desarrollo por parte del director Zach Braff que apela a la toma de conciencia del lugar que ocupan los mayores en nuestra sociedad actual. Así estos tres hombres diferentes, el abuelo bueno que compone Caine, el melancólico y débil Freeman y el cascarrabias Arkin, presentan estereotipos reales, personas con las que convivimos a diario y que tienen los mismos inconvenientes que puede tener cualquier jubilado actual: problemas económicos, una familia alejada y la sensación de impunidad ante el tiempo restante de vida.

Así, el robo y las peripecias que deben llevar adelante los protagonistas, pasan a un segundo lugar, para darle pie a secuencias muy emotivas, que despertarán lágrimas y sonrisas en los espectadores.

Los diálogos son correctos y la interacción entre los intérpretes una delicia. Por allí también se destaca la veterana pero siempre sexy Ann-Margret como la encargada de aportar los momentos más románticos y jocosos a la trama (sus situaciones junto a Alan Arkin se encuentran entre los más disparatados del largometraje).

La planificación, desarrollo y consecuencias del asalto, están muy bien resueltas por una puesta sin gran elaboración, que remite al cine clásico de género.

La química entre los actores y la presencia de los mismos en casi todo el metraje, es otro punto a favor de un filme que se disfruta de principio a fin. (Alexis Puig, Infobae).

En palabras de los actores

Un golpe con estilo (Going in Style, 2017), una comedia que es una remake del filme homónimo de 1979.

Michael Caine tiene 84 años; Alan Arkin, 83; y Morgan Freeman, casi 80. En papeles secundarios, además, aparecen desde Christopher Lloyd hasta Ann-Margret.

Es que Un golpe con estilo transita de lleno en lo que se ha dado a conocer -con cierta ironía despectiva- como comedia geriátrica, en la que también han incursionado en los últimos tiempos Robert De Niro o Al Pacino.

El filme comparte varios puntos en común con Robo en las Alturas (2012) -con Ben Stiller y Eddie Murphy- en la que también un grupo de trabajadores a los que les habían quitado su plan de pensiones, deciden robar a quien los había estafado. En ambos casos, las situaciones humorísticas surgen a partir de la torpeza de estos malhechores novatos para planificar y ejecutar el robo.

No es que Un golpe con estilo sea un dechado de virtudes y sorpresas, pero esta comedia sobre un anciano (Caine) despojado de su jubilación por el abuso de una corporación y a punto de perder su casa por la estafa de un banco que convence a sus dos mejores amigos (Freeman y Arkin) de tomarse desquite asaltando una sucursal de esa institución financiera no sólo genera identificación inmediata sino que además está narrada con gracia y ligereza.

En ese sentido, mucho tiene que ver el histrionismo del trío que -para hacer una analogía con el tema- no está “robando” a cámara sino que a pura nobleza y profesionalismo da vida a personajes entrañables.

Ellos parecen haberse divertido mucho en el rodaje y ese espíritu lúdico se percibe en la pantalla.