Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Aristimuño, el artista que arriesga escuchando lo que dice el corazón

Volvió a apostar fuerte en su último disco y acertó una vez más. El viernes presenta por acá Constelaciones.
Aristimuño, el artista que arriesga escuchando lo que dice el corazón. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

FrancoPignol

fpignol@lanueva.com

Cuando muchos decidían catalogar a Lisandro Aristimuño dentro del paquete hermético de la "folktrónica", paró la bocha y cambió de frente. Primereó y editó Constelaciones.

Breve, potente e intenso, el disco vuelve a mostrar la personalidad artística de Lisandro, vuelve a romper con los prejuicios de los inseguros y continúa demostrando su capacidad para cambiar y seguir creando.

Un ejemplo es Una flor, tema que logra una atmósfera profundísima con un piano libre de sonoridades electrónicas. Simple, sencillo, al mentón.

"Es cierto lo del piano. Y la letra habla de las injusticias en general", aclara Aristimuño.

-Escucharlo pensando en “Ni una menos” es demoledor.

-Sí, puede ser. Es un tema que me preocupa mucho, es algo increíble que esta pasando. Sin embargo, lo podés leer de muchas maneras, dentro de la línea de las injusticias.

Por acá, con banda

El próximo viernes presentará Constelaciones desde las 21.30, en el Teatro Don Bosco. Vendrá, como siempre, con banda completa y también hará los clásicos.

-¿Qué sentís a la hora de armar la lista de temas para hacer en la gira sabiendo que tenés tanta cantidad y variedad de composiciones propias?

-Es algo hermoso. La verdad que me siento súper orgulloso por eso. Cada vez que voy a armar una lista de temas me pongo a contar y tengo 80 canciones grabadas. Lo que sí, siempre me gusta mantener un concepto en los recitales.

-“Azúcar del estero”, “Es todo lo que tengo” o “Canción de amor no pueden faltar nunca"...

-(risas) Es cierto, son los que más me piden.

Riesgo y corazón

-En “Constelaciones” rompiste las fórmulas que te dieron éxito en el pasado.

-Seguir manteniendo la independencia desde mis comienzos me da la libertad de manejar artísticamente mi carrera por los lugares en donde me hacen bien y donde los disfruto. Eso me pasó con este disco, como si fuera un director de una película que elige a los actores indicados para determinado rodaje.

-Te corriste de la comodidad. Eso es una apuesta, eso es tirarse al vacío. Sin embargo, te arrojaste por el precipicio con buenos paracaídas: Javier Malosetti y Sergio Verdinelli...

-Sí, son dos músicos y sesionistas increíbles. Javier tiene su trabajo independiente que admiro muchísimo y tocó con grandes músicos. Sergio grabó en los últimos seis discos de Spinetta. Ya que estaba por probar otra cosa también quería seguir aprendiendo y no dormirme en los laureles. Fue una prueba a mi mismo, para ver qué pasaba con otros músicos. Fue muy acertado. Aprendí muchísimo.