Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La Niña completó su disipación, pero el escenario agroclimático continúa perturbado

La particularidad se da por la fuerte acción residual del Súper El Niño 2015-2016 desarrollado durante la temporada anterior.
En abril se completará la transición estacional, siendo probable que se produzcan fenómenos de gran intensidad, especialmente, en el entorno de la Semana Santa. Así se indicó en un informe de la Bolsa de Cereales. / Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   El fenómeno La Niña completó su disipación, pero el escenario agroclimático continúa muy perturbado, mientras algunos organismos especializados anuncian un nuevo episodio de El Niño (lluvias por encima de los promedios normales) para el ciclo agrícola 2017-2018 que empieza en junio.

   Así lo consignó el informe Estacional elaborado por el especialista Eduardo Sierra, para la Bolsa de Cereales porteña, que señaló que La Niña (menos precipitaciones en la zona centro y este del país) no tuvo marcada influencia.

   "La causa de esta particularidad se debió a que la fuerte acción residual del Súper El Niño 2015-2016, desarrollado durante la temporada anterior, anuló casi totalmente los efectos de La Niña 2016-2017, cambiando el signo del escenario climático", señaló Sierra en el reporte.

   Esa acción residual es tan fuerte que, al disiparse La Niña 2016-2017, el Océano Pacífico ecuatorial volvió a calentarse, lo que da la impresión de que podría estar en desarrollo un nuevo episodio de El Niño, cuya acción se extendería durante 2017-2018.

   En caso de concretarse esta alternativa, las zonas altas contarían con una excelente provisión de humedad, pero se reactivarían los riesgos de crecida de los ríos y anegamientos de zonas bajas, al mismo tiempo que podrían sufrirse sequía en su porción occidental del área agrícola, donde el accionar de este fenómeno es negativo.

   "Adicionalmente, se observa una fuerte puja entre la circulación tropical, que avanza hacia el sur, causando lapsos calurosos y húmedos, y la circulación polar que produce frecuentes irrupciones de frente de Pampero, que aportan aire frío y seco, desatando fuertes tormentas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales, seguidas por marcados descensos térmicos", indicó.

   Confirmó que el Océano Atlántico Sur exhibe una puja entre la corriente marina cálida del Brasil, que aporta agua cálida desde el Ecuador hacia el Sur y la corriente marina fría de Malvinas, que aporta agua fría desde el Polo hacia el norte.

   Durante lo que resta de marzo los sistemas meteorológicos se moverán hacia el norte, "siguiendo la marcha aparente del Sol, generando tiempo muy inestable. En abril se completará la transición estacional, siendo probable que se produzcan fenómenos de gran intensidad, especialmente, en el entorno de la Semana Santa", se precisó.