Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Adaptan un equipo de aspersión de ovinos a las exigencias de la región

Lo desarrolló Martín Abad, del INTA Patagones. Simplifica el sistema y reduce el uso de la solución.
Adaptan un equipo de aspersión de ovinos a las exigencias de la región. Con el campo. La Nueva. Bahía Blanca

Guillermo D. Rueda

grueda@lanueva.com

   “Lo que nos propusimos fue modificar los módulos para aspersión de ovinos que están en el mercado, buscando mejorar el desempeño y simplificando el sistema de activación, lo que permite, en caso de rotura, repararlo de manera sencilla”.

   Lo aseguró Martín Ignacio Abad, de la AER del INTA Patagones, dependiente de la EEA de Ascasubi.

   “Por otro lado, el sistema de aplicación a través de inyectores y la colocación de una bandeja de recuperación de líquidos, disminuye significativamente el uso de solución antiparasitaria”, agregó.

   Se trata de un innovador desarrollo para la producción ovina de la Patagonia, en general, y de Patagones en particular, que padece por la presencia de piojos (masticadores) que afecta a las majadas y no sólo provoca pérdidas en la condición de los animales sino en la calidad de la lana.

   “El módulo fue aceptado por los productores, ya que es efectivo y de rápida implementación”, sostuvo Abad, en diálogo con “La Nueva.”.

Martín Abad, médico veterinario del INTA Patagones. / Foto: INTA.

   El nuevo sistema puede tratar hasta 600 ovinos por hora.

   En la Argentina es posible conseguir el módulo Super jetter de Kiwi Co LTDA., un producto fabricado en Uruguay. Este equipo portátil es similar a uno construido en Australia: el Electrodip sheep jetter.

   “La diferencia es que el uruguayo posee un sistema de activación automático que requiere la calibración de los animales que, al pasar por su interior, empujen la puerta que abre el circuito”, afirmó.

   “Este equipo es difícil de obtener y, además, de un precio bastante oneroso”, agregó.

   El módulo desarrollado en Patagones, cuyas pruebas de eficacia se realizaron con el asesoramiento de técnicos del Laboratorio de Sanidad Animal del INTA Bariloche, que acercaron los protocolos para probar el aparato, tiene la particularidad de que el complejo sistema de activación fue reemplazado por una palanca.

   “Cuando el animal pasa, el operario tracciona la palanca, la válvula se abre y descarga 2,5 litros del producto antiparasitario sobre el animal. En pruebas de eficacia realizadas, la combinación de cipermetrina y clorpirifos fue la que arrojó mejor resultado, ya que eliminó la totalidad de los piojos adultos presentes al momento del tratamiento”, detalló Abad, quien es médico veterinario de la Universidad Nacional de la Plata.

   A partir de las pruebas realizadas, el módulo para aspersión con activación a palanca fue incorporado al sistema como una opción válida para los tratamientos de pediculosis en ovinos.

   “Las principales modificaciones con respecto a los sistemas mencionados son el agregado de cuatro inyectores superiores, la palanca para activación manual, la estructura de hierro estructural y madera que mejora el paso de los animales”, explicó Abad.

   “Otra de las modificaciones que se le realizaron es una bandeja que se coloca debajo del módulo, a fin de recuperar el líquido con antiparasitario excedente que no quedó en la lana del animal”, amplió.

   “Para vaciar la bandeja se utiliza una bomba tipo achique de embarcación, la que envía el remanente a un depósito. Durante 2016 se realizaron ajustes en el aparato y, para probar la eficacia de los tratamientos, se evaluaron alrededor de 4.000 animales en seis establecimientos”, recordó.

   Para esta evaluación se aplicó un protocolo que consistió en identificar —al azar— a 10 animales del lote con caravanas, realizarles una medición del largo de la mecha y efectuarles conteo de la carga parasitaria previa al tratamiento en transectas de 10 centímetros en 12 lugares del animal (seis de cada lado).

   “Se registró entonces el producto antiparasitario utilizado con la dilución recomendada por el laboratorio y, luego, se procedió a realizar el tratamiento”, sostuvo.

   “A las 48 horas de realizado el primer tratamiento, a los animales testigo se les efectuó un nuevo conteo para evaluar la eficacia del tratamiento. A los 15 días se aguardó la eclosión de los huevos existentes y se repitió la tarea de conteo, tratamiento y conteo, nuevamente”, manifestó.

   Se probaron productos antiparasitarios con diferentes drogas, (diazinon, cipermetrina y clorpirifos), pero en la combinacion de cipermetrina y clorpirifos se encontraron los mejores resultados.

   “Como la evaluación de desempeño del módulo arrojó los resultados esperados, creemos que será incorporado en el territorio”, dijo.

   Abad recordó que, tras la catástrofe ambiental sufrida entre 2006 y 2009 en el partido de Patagones, desde áreas gubernamentales (en especial la Ley Ovina provincial) se dispuso una importante cantidad de recursos para recuperar el potencial productivo de la zona devastada.

   “Los recursos fueron orientados, principalmente, a la compra de hacienda ovina, retención de vientres y, en menor medida, para la mejora de la infraestructura predial”, comentó.

Los bemoles de la recuperación

   Con el apoyo del Estado y el esfuerzo de muchos productores, en seis años Patagones incrementó el 310% el stock ovino: de 89.700 cabezas en 2010 a 278.794 en 2017, con unos 710 productores.

   “Dentro de esa cifra, había algunos productores con vasta experiencia sobre la producción ovina, otros que se reincorporaron a la actividad, pero que en algún momento de su vida habían estado involucrados con esta especie, pero también se sumaron productores nuevos y sin experiencia”, admitió.

   “Esta diversidad de actores, con diferentes niveles de conocimientos sobre el manejo del ovino, se vio reflejada en la dificultad para controlar algunas enfermedades endémicas que afectan esta producción, como la sarna y pediculosis ovina”, expresó.

   Las dos enfermedades parasitarias más frecuentes en la zona son la sarna, provocada principalmente por el Psoroptes ovis y la pediculosis, provocada por el piojo masticador Bovicola ovis.

   “En el caso de la sarna, los ácaros se alimentan de linfa que obtienen al perforar la piel del hospedador, provocando exudado, irritación y picazón intensa”, detalló Abad.

   “El animal parasitado se rasca, no come, la lana se deteriora y ocasiona grandes pérdidas, ya que los animales adelgazan porque están todo el día rascándose y concluye en una merma importante en cantidad y calidad de lana producida”, sostuvo.

   Para el tratamiento de la pediculosis, los productores utilizan mayormente los productos con aplicación pour on y, en menor medida, los baños por inmersión.

   “Con frecuencia ocurre que realizan un solo tratamiento después de la esquila y las poblaciones de piojos disminuyen, pero no la eliminación en forma total, ya que los productos no son ovicidas”, añadió Abad.

Acerca de la parasitosis

* Melófagos: Los módulos para tratamientos para aspersión son utilizados para el tratamiento de piojos y melófagos en todo el mundo.

* Tratamientos: "En realidad, no hay una única solución definitiva para el control de esta parasitosis. Los tratamientos involucran medidas de manejo como la esquila, formas de aplicación como baño por inmersión, baño por aspersión y Pour On, como también diferentes drogas como, por ejemplo, Cipermetrina y/o Clorpirifos", explicó Abad.

* Rotación: "La variación en las formas de tratar y la rotación de las drogas utilizadas disminuyen el riesgo de que estos parásitos se acostumbren a los medicamentos y los tratamientos no tengan el efecto deseado", agregó.