Belgrano lo invitó a jugar y le pagó el viaje “Taca Taca”
Sergio Daniel Peyssé
speysse@lanueva.com
Si la semana pasada Mario Sciacqua, el DT de Olimpo, se mostró preocupado por la derrota ante Santamarina de Tandil, imagínese lo que debe haber sentido ayer tras el 4-1 que le propinó Belgrano de Córdoba, que a menos de 15 días para el inicio del torneo le hizo ver al aurinegro una cruel realidad: futbolística y mentalmente no parece ser un equipo a la altura de Primera división.
Bajo la lluvia, en una cancha rápida y frente a un rival más dinámico, el conjunto bahiense hizo agua. Volvió a cometer errores de sincronización y se le viene abajo la estantería cuando recibe un gol.
Sin poder plasmar la idea futbolística que le inculca Sciacqua y con la que todos están de acuerdo, deja jugar demasiado al rival y sufre cuando pierde la pelota y es sorprendido con cinco o seis contrincantes en posición de ataque.
El desequilibrio de Pizzini ya no le alcanza a este elenco olimpiense cuyo rendimiento en esta pretemporada va de mayor a menor.
Se pueden contar con una mano los minutos donde Olimpo es agresivo, compacto, incisivo y con el mando absoluto del cotejo. Por ahí es una cuestión de convencimiento. Por momentos no sabe cuándo presionar, cómo salir jugando o por dónde atacar.
Repitió la misma fórmula que ante Santamarina: pelotazos largos para Coniglio y esperar que algún balón caiga en los pies de los volantes.
Belgrano, con "dobletes" del "Taca" Bieler y de Fernando Márquez, lo puso en aviso: así no va. Sí, hay que trabajar, pero también conseguir dos refuerzos que, más o menos, se transformen en los "Dioses" de este Olimpo.