El maquillaje tapará los 78 años del Osvaldo Casanova
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Fernando Rodríguez
ferodriguez@lanueva.com
La expectativa que generó la disputa del Grupo B de la AmeriCup en la ciudad, que comenzará el domingo y se extenderá durante tres días, se vio reflejada en la venta de entradas, las cuales se agotaron para las dos primeras jornadas, quedando disponible solamente un remanente correspondiente a la tercera, de acuerdo con el sitio oficial Ticketek.
A su vez, se espera un importante número de medios de nuestro país, más algunos de Canadá, Venezuela e Islas Vírgenes, para cubrir las alternativas de esta primera fase clasificatoria, que otorgará el pasaje a un equipo, junto a la Argentina, para el Final Four a disputarse el 2 y 3 de septiembre en el Orfeo de Córdoba.
Lógicamente, entre delegaciones, dirigentes, invitados y los propios espectadores se generará un movimiento que obligará a modificar la logística habitual para cualquier partido de Liga Nacional.
Por este motivo, la organización viene cumpliendo -en tiempo y forma- con las exigencias en cuanto a infraestructura, las cuales reducirán considerablemente la capacidad del histórico Casanova.
Los principales cambios
La colocación de 49 pupitres dobles para la prensa acreditada, en la mitad de la cabecera que da a calle Angel Brunel, ocupará un importante sector del anillo popular, restando un espacio considerable.
También construyeron una tarima -frente a donde se ubica habitualmente el banco local-, para colocar la cámara Slow Motion, suprimiendo así 16 plateas.
Entre los requisitos exigidos por FIBa. (Federación Internacional de Básquetbol) se piden cuatro vestuarios.
En consecuencia, detrás de la cancha 2 colocaron dos módulos de obradores y uno sanitario, mientras que también aprovecharán un sector del Dojo de Karate, dentro del gimnasio de pesas, concretando así la cantidad solicitada de vestuarios.
El quincho, ubicado arriba en la cancha 3, será destinado a la sala de prensa, anexando en ese gimnasio la sala de doping.
En lo estructural, mejoraron el túnel de acceso por calle Santa Fe, cambiando el techo y el piso, mientras que mantendrán las imágenes de la historia del básquetbol bahiense y le sumarán otras de la selección Argentina.
Entre los trabajos menos visibles, retiraron los tableros electrónicos que no funcionaban y agregaron otro en el centro, al lado de la gigantografía de Beto Cabrera; pintaron toda la parte alta del estadio y la zona de plateas y mejoraron los baños.
En definitiva, el estadio Osvaldo Casanova, con sus 78 años encima, será una vez más la cara de la ciudad. Maquillada, claro...