Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Otra vez, el látigo y la chequera

“Parece que en la Provincia volvieron el látigo y la chequera” repiquetean en ámbitos institucionales tras el reciente anuncio de “premios y castigos” que dispuso la mandamás bonaerense María Eugenia Vidal, basado en una “oferta” de mil pesos a los docentes que no hagan paro y de aplicar descuentos de bolsillo a quienes sí se plegaron a la serie de huelgas.

Como estrategia política de desgaste recompensando a docentes no huelguistas por unos míseros pesos, la Gobernadora de Cambiemos busca saltar los obstáculos que derivaron en la excesiva prolongación de un conflicto docente que afecta a la comunidad que utiliza el servicio de educación pública.

Por eso, varias “operaciones mediáticas” que brotaron desde la Gobernación de calle 6 buscaron reforzar el perfil de firmeza de Vidal ante la opinión pública frente a un año electoral. No hay mejor defensa que un buen ataque. De ahí la decisión política de arremeter contra el maquinaría gremial del secretario general de Suteba, Roberto Baradel.

En líneas generales, se proyectó una asociación del accionar sindical docente con el kirchnerismo ortodoxo. Se sabe, el sindicalismo es denostado por los votantes de Cambiemos.

En medio del clima de conflictividad creciente, la Provincia inició el proceso formal para sacarles la personería gremial y aplicarles multas milllonarias a los sindicatos docentes que no acatan la conciliación obligatoria.

Ello puede abrir una peligrosa escalada de conflicto. La Gobernadora pretende directamente ahora, “castigar” a los sindicatos rebeldes y “premiar” a los sindicatos que le son funcionales y con los cuales en diciembre pasado pudo cerrar una paritaria para el sector estatal de un 18% para todo 2017.

Por ejemplo, con la conducción de UPCN (representa mayoritariamente a trabajadores estatales) y con Soeme (tiene entre sus afiliados a los auxiliares de la educación).

“La mejor manera de resolver los problemas es juntos. No es en una dinámica donde uno gana y otro pierde, sino en un camino de diálogo donde ganamos todos un poquito y estamos cada día un poco mejor que el día anterior”, relató Vidal, junto a su ministro de Trabajo, Marcelo Villegas. También el Ejecutivo descartó la propuesta de la Defensoría del Pueblo para mediar en el conflicto docente.

El rol de “mediador” que pretendía ocupar el ombudsman Guido Lorenzino despertó suspicacias. Su pasado reciente en términos políticos lo condenó: Es un ex diputado que supo representar al sciolismo puro.

Sumando sinergias

Dentro del palacio legislativo, distintos senadores y diputados bonaerenses del oficialismo se sumaron a la campaña de fricción con la representación sindical de los docentes.

Dentro del palacio legislativo destacan las medidas tomadas por Vidal de otorgar un adelanto ante la demora de la resolución paritaria, incluyendo el pago de cifras que van entre los $ 1500 y 3750.

“Pretendemos que los docentes no pierdan poder adquisitivo durante este año”, señalan desde Cambiemos ante la frágil situación financiera actual de la Provincia. Aquello de pagar un salario digno y de fijar condiciones laborales adecuadas para los trabajadores de la educación parecen ingresar en “lista de espera”.

“Vidal no es la causante de que la lucha docente pierda adhesiones, sino que son los mismos dirigentes gremiales que, más ocupados en sus intereses políticos a que los chicos estén en las aulas, extienden las jornadas de paro de manera inusitada”, se responde ante despiadadas críticas del peronismo opositor.

“Algunos gremios lo pudieron entender y los últimos días no se han sumado a la estrategia política partidaria de ciertos dirigentes que creen que con su seguidilla de paros debilitan la gestión de la Gobernadora”, concluyen. Sospechan que todavía falta atravesar varios días más de turbulencias.

Al margen de los discutibles índices de adhesión a la protesta docente, referentes del PRO junto a sus aliados del radicalismo tienen la firme convicción de detrás de los cortes de calles, movilizaciones y protestas que se multiplicaron por estos días, aparece una estrategia tendiente a “desestabilizar” al gobierno de Cambiemos a nivel nacional.

“Les pedimos a los maestros y profesores que no se dejen engañar por una dirigencia gremial que tiene intereses políticos y una clara identificación partidaria con el gobierno anterior”, dice el presidente de la Cámara Joven de 53, Manuel Mosca, sin dar el brazo a torcer.

“El reclamo de los docentes es justo y la Gobernadora lo acepta, pero dice que no hay plata. Los responsables son las autoridades nacionales y provinciales, que miran para otro lado y culpan a los gremios”, zarandean desde un PJ bonaerense que sigue sin tener un liderazgo claro en un momento muy complejo.

Inmediatamente después que la Casa Rosada reconoció a 25 distritos bonaerenses como parte de la denominada “Zona Fría”, el senador kirchnerista bahiense Federico Susbielles –casi igual que los diputados por la Sexta, Marisol Merquel y Ricardo Moccero – salió a pedir que se equipare a esa región con los beneficios que recibe la Patagonia respecto del consumo de gas.