Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El barco del cambio profundo

Este es un año muy importante en el que tenemos que mantener el esfuerzo en que la política y lo electoral no nos corran del eje de la gestión”, afirman desde el microclima gubernamental que bloquea a María Eugenia Vidal.

El malhumor social y las sucesivas manifestaciones de conflictividad sindical con cierto colorante opositor K que han puesto en apuros al presidente Mauricio Macri, hizo que la mandamás bonaerense decidiera organizar el primer timbreo de “gestión/ partidario” en el Conurbano.

"Nunca vamos a estar completos si no vamos casa por casa. Escuchar y estar es parte de nuestra tarea", le ordenó a ministros, funcionarios y la tropa legislativa de Cambiemos antes de saltar a los tradicionales timbreos del PRO.

En la práctica, significa el virtual lanzamiento de campaña rumbo a las legislativas. “Es un cambio que llegó para quedarse”, afirma Vidal.

“Necesitamos que todos los que estemos en el barco de los mismos valores estemos juntos”, afirma la Gobernadora, como capitán responsable de una tripulación que incluye a radicales dentro de Cambiemos.

Entiende que la coalición oficialista, al margen de las turbulencias, necesita transmitir confianza y credibilidad en la antesala del proceso electoral.

“Estamos dando pasos decisivos para realizar un cambio profundo en la Provincia. Pero en meses de gestión, no se puede modificar todo lo que no hizo durante décadas por el PJ”, afirman desde el umbral del despacho del jefe de Gabinete, Federico Salvai.

Un claro ejemplo es la postura gubernamental ante el conflicto docente por la negociación paritaria salarial. La imagen positiva de Vidal le permite mantener intacto los niveles de popularidad en términos electorales. En buen romance esa fortaleza política, se cree, puede permitirle a la dueña del Ejecutivo de calle 6 “bajarle la palanca” a cualquier adversario circunstancial.

El lenguaje de confrontación ante la dirigencia sindical le permitió al macrismo, por ejemplo, la estigmatización del gremialista de Suteba, Roberto Baradel, a través del desprestigio mediático constante.

Por algo, el sindicalismo docente decidió abrir una frágil “tregua” con las medidas de fuerza a la espera de una nueva convocatoria del gobierno de Vidal que optimice una propuesta salarial superadora a la todavía vigente última “oferta” del Ejecutivo: 19% en 3 cuotas.

El bolsillo, un límite

En rigor, el arbitrario descuento de bolsillo a los trabajadores de la educación pública que se plegaron a los días de huelga docente estableció un límite en el accionar gremial.

“Es curioso que el gobierno del cambio, del diálogo, elija enfrentarse a los docentes. La administración Vidal debe convocarlos sin chicanas y sin intentar enfrentarlos con la sociedad como método para alcanzar la solución del conflicto", ilustran desde el PJ opositor.

Con cierta lógica en las diagonales se habla sobre la creación de crear un órgano imparcial, tal como lo prevé la Constitución bonaerense, que permita mediar en la resolución de los conflictos laborales que involucren a trabajadores estatales.

“El ministerio de Trabajo no puede actuar como juez y parte, porque el gobierno (en este caso el funcionario) es parte del conflicto y en consecuencia no puede disponer la conciliación obligatoria”, comentan.

El peronismo sigue en clima de debate pero sin autocritica doméstica.

Síntoma de impotencia de una dirigencia que se ve encerrada en la presión de ciertos grupos del kirchnerismo de paladar negro.

No admiten que, en términos electorales, el PRO claramente dejó de ser un partido vecinalista del ámbito porteño.

Ahora gobierna la Nación, la Gobernación y más de 60 intendencias municipales en tierras bonaerenses. Chequera y de construcción de poder.

No es casual tampoco que se haga tanto hincapié en los avances en la ejecución de obras públicas largamente esperadas.

“En un año no se puede resolver todo el retraso existente en materia de infraestructura. Estamos poniendo la Provincia de pie”, según la postura oficial.

“¿Qué hicieron algunos dirigentes sindicales por el trabajador en la última década?,” lanzó como pregunta el jefe del bloque de diputados bonaerenses de Cambiemos, Jorge Silvestre, tras el paro general organizado por el triunvirato de la CGT.

Y hasta disparó: “algunos sectores políticos que hasta hace un año no hicieron nada por los trabajadores se suman buscando conseguir rédito político y desgastar a la gestión actual en un año electoral”.

Del lado de los renovadores de Sergio Massa, aseguran que de cambio, el gobierno sólo tiene el nombre.

"Cambiemos terminó siendo 'Mantengamos', 'Probemos' o todas aquellas palabras que refuerzan la idea de que en la Argentina hubo un cambio pero no el que todos esperábamos", concluyen renovadores massistas en el Salón de los Pasos Perdidos de Diputados.