Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Una propuesta que sigue en pie

La "rambla" de Arrieta nunca cayó en el olvido total, sino que siempre estuvo vigente en la memoria colectiva.

La Bienal de Arquitectura de Valparaíso, en Chile, eligió un trabajo realizado en Ingeniero White para ser expuesto como un buen ejemplo de diseño en un sector de la ría bahiense, un modelo de trabajo comunitario a favor de un proyecto y la voluntad de generar un vínculo más fuerte y concreto entre la ciudad y su puerto.

La propuesta fue aceptada entre al menos 400 provenientes de varios países del mundo, y permite ver el trabajo realizado en una franja de terreno a un costado de la exusina eléctrica de la localidad portuaria, popularmente conocida como el Castillo.

El trabajo es parte de una propuesta urbana que más de 80 años, que se conoce como “La rambla de Arrieta”, en relación con quien fuera intendente de Bahía Blanca en la década del 30, Agustín de Arrieta, quien propuso desarrollar un paseo costero en ese sitio, con el objetivo de generar un lugar de encuentro y esparcimiento frente a la ría.

Básicamente, la propuesta era construir un gran espigón, la rambla, que se adentraba en el mar,el cual alojaba algunas piscinas que se llenaban con agua salada, unas calles para circulación vehicular y un grupo de edificios destinados a alojar propuestas gastronómicas.

La propuesta de Arrieta, como todas y cada una de las desarrolladas a lo largo de la historia con la idea de generar un espacio de este tipo, nunca logró pasar a ser realidad.

A pesar, incluso, de que tiempo después el proyecto fue ampliado y mejorado, buscando mantenerlo vigente y alentar el entusiasmo de las autoridades municipales, provinciales y nacionales.

Sin embargo, la rambla nunca cayó en el olvido total, sino que siempre estuvo vigente en la memoria colectiva. Hace algunos años el proyecto fue tomado por los encargados de FerroWhite, quienes involucraron a la comunidad portuaria en la voluntad de volver a instalarlo y no resignar un proyecto que todavía podría ser factible atento a que sigue habiendo un espacio sin ocupar en el sector original donde fue pensada la obra.

El resultado fue una intervención, menor si se quiere, pero por demás significativa, a un costado de la exusina, que es la que ahora se mostrará en Valparaíso.

Las autoridades portuarias, por otra parte, han manifestado su voluntad de considerar el proyecto en un marco de puesta en valor de la ría. Es una excelente noticia y una inédita oportunidad.