Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Trump limitó la llegada de inmigrantes y refugiados

El presidente de Estados Unidos impuso nuevas trabas a viajeros procedentes de siete países musulmanes. Vivas reacciones en todo el mundo.
Donald Trump habló ayer con otros líderes mundiales, mientras hubo protestas por su medida antiinmigratoria.

Reuters

Luego de una semana como presidente, Donald Trump habló ayer por teléfono con varios líderes mundiales, en medio de una creciente alarma internacional generada por sus anuncios para limitar drásticamente la inmigración musulmana en Estados Unidos.

Trump se comunicó con varios líderes extranjeros: el primer ministro japonés Shinzo Abe, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente ruso Vladimir Putin, el presidente francés François Hollande y el primer ministro australiano Malcolm Turnbull.

Estas conversaciones le dieron a Trump la oportunidad de explicar sus nuevas políticas contra refugiados e inmigrantes, que han conmocionado a gran parte del mundo, particularmente su decreto para frenar temporalmente las llegadas de refugiados e imponer controles estrictos a viajeros de siete países musulmanes.

Estas llamadas también le permitieron empezar a desarrollar vínculos con estados que han sido aliados tradicionales de Estados Unidos, así como con Rusia, un país con el que Trump afirmó estar dispuesto a mejorar las relaciones durante su mandato.

La medida sobre la inmigración musulmana cumple con una de las promesas más controvertidas de la campaña, cuando Trump dijo que iba a contener la inmigración de varios países musulmanes que, según él, suponen una amenaza terrorista para Estados Unidos, y someter a los viajeros de esas naciones a “investigaciones extremas”.

“Esto es muy importante”, dijo el presidente el en el Pentágono después de firmar la orden ejecutiva titulada “Protección de la nación contra la entrada de terroristas extranjeros en Estados Unidos”.

El decreto suspende el programa estadounidense de acogida de refugiados durante al menos 120 días, mientras se concreta el futuro sistema de verificación de visas.

También prohíbe la entrada a Estados Unidos de viajeros procedentes de países de mayoría musulmana -Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen- durante 90 días.

Los nuevos protocolos “aseguran que los refugiados aprobados para admisión no suponen ninguna amenaza para la seguridad y el bienestar de Estados Unidos”, pero vetan específicamente a los refugiados sirios indefinidamente o hasta que el presidente decida que ya no suponen una amenaza.

Las restricciones de viajes a los Estados Unidos provocan ayer caos y enojo entre ciudadanos de países afectados.

Multitud de personas sufrieron ya ayer el impacto directo de unas medidas muy criticadas tanto dentro como fuera del país.

Padres que viajaban a EE.UU. para reunirse con sus familias, estudiantes en universidades estadounidenses o refugiados que huían de la guerra estaban entre los primeros afectados.

Irán, uno de los siete países impactados, dijo que aplicaría medidas similares en represalia contra estadounidenses, y describió la decisión del mandatario republicano como una “afrenta contra el mundo musulmán y la nación iraní”.