Tiende a normalizarse la crisis policial en Brasil
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Agencia EFE
Los policías militarizados del estado brasileño de Espírito Santo, que completaban una semana de huelga, volvieron ayer gradualmente a su trabajo en las calles, después de un llamado del ministro de Defensa, Raúl Jungmann, quien visitó ayer la región.
La Secretaría de Seguridad Pública de Espírito Santo comunicó que varios agentes atendieron en la tarde de ayer un llamado para concentrarse en la terminal de autobuses y reanudar las labores de patrullaje en Vitoria, la capital regional, y otros municipios afectados por la paralización de los policías militarizados.
No obstante, el órgano responsable por la seguridad pública regional evitó dar detalles sobre el número de efectivos que comenzaron a patrullar las calles y tampoco explicó si se trataba de efectivos que estaban ya por fuera de los cuarteles cuando se inició hace una semana la huelga.
El coronel Cássio Bassetti, director de Inteligencia de la Policía Militarizada, indicó que unos sesenta efectivos se presentaron en la plazoleta de la terminal y la mitad de ellas fue encaminada para las calles, pues el contingente restante no tenía uniformes.
Jungmann, quien encabezó una comitiva del Gobierno federal que estuvo reunida con las autoridades regionales para hacer frente a la crisis de seguridad pública, situación que en una semana de huelga de los policías militarizados ha dejado 137 homicidios, hizo un llamado para que los agentes volvieran a las calles.
“Vengan a las calles”, apeló Jungmann, quien advirtió que los policías militarizados que retornasen a las calles no tendrían represalias por parte de la institución, pero aclaró que los procesos instaurados en la Justicia por ciudadanos contra la huelga continuarían.
El ministro prolongó ayer la permanencia de los 3.130 efectivos de las tropas del Ejército y de la Fuerza Nacional de Seguridad en Espírito Santo “hasta que sea necesario” y se restablezca por completo el orden.
Durante la acción de las Fuerzas Armadas en las calles de Vitoria un joven de 17 años fue muerto en un barrio de la periferia durante un supuesto enfrentamiento con las tropas, una muerte que está siendo investigada por la Policía Civil de Espírito Santo.
El fin de la huelga estaba previsto para las 7, pero los policías militarizados no cumplieron con lo dispuesto y siguieron resguardados en los cuarteles hasta el final de la tarde cuando en un mínimo número algunos de ellos retomaron su trabajo.