Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Trump defendió ante Merkel el comercio justo para EE.UU.

“Hemos sido tratados de una forma muy injusta por varios países y eso debe terminarse. Pero no soy un aislacionista”, dijo ayer en la Casa Blanca.
Saludo. Angela Merkel y Donald Trump, antes de exponer sus posturas ante la prensa.

Agencia Télam

Donald Trump no vaciló en reiterar ayer ante la presencia de Angela Merkel que era partidario del “comercio justo” tanto o más que del “comercio libre” y en asegurar que “la inmigración es un privilegio, no un derecho”.

El presidente de los Estados Unidos y la canciller de Alemania se presentaron ante una abarrotada sala de prensa de la Casa Blanca con 40 minutos de retraso, para encarar a los medios en conjunto por primera vez desde que Trump asumiera como jefe de Estado.

Poco habló el mandatario estadounidense de los puntos de contacto y discrepancia con su visitante sobre la relación entre ambas potencias. Merkel se mostró distante mientras Trump desarrolló lo que pareció más un discurso de campaña interna estadounidense que una conferencia internacional.

Trump pareció aproximar posiciones con Merkel en la defensa del “libre comercio”, pero puso su dosis de pimienta: “Soy partidario del libre comercio”, dijo, “pero del comercio justo. Estados Unidos ha venido sufriendo un trato muy, muy injusto de otros países”.

Y, como para agregar picante a sus planteos, aseguró luego que si algo “tiene en común” con la canciller alemana es el haber sido espiado por orden del expresidente estadounidense, Barack Obama.

Merkel, diplomáticamente, no respondió a ese uso para la política interna estadounidense de las polémicas escuchas de la NSA a grandes líderes alemanes, revelada en su momento por el exespía Edward Snowden, ni tampoco al reclamo de Trump, según el cual su país ha sido objeto de trato injusto por el resto del mundo.

Donde más cómodo se mostró Trump es al confirmar que tanto Berlín como Washington iban a “trabajar para proteger juntos a nuestros pueblos contra el terrorismo islámico” y al resaltar que “Alemania es un miembro de la coalición contra el Estado Islámico”.

De la cuestión terrorista, en un giro habitual en sus discursos, saltó inmediatamente a la cuestión migratoria, y fue tajante: “La inmigración es un privilegio, no un derecho. La seguridad de los ciudadanos siempre está en primer lugar”, declaró.

En su breve intervención, la canciller alemana insistió en resaltar la participación común en Afganistán y en la lucha contra el Estado Islámico, y agregó que, según lo conversado con Trump, Estados Unidos y Alemania buscarían juntos soluciones políticas en Siria, Libia y Ucrania.