Caso Nisman: declaran los policías que custodiaban al exfiscal el día que apareció muerto

Redacción de La Nueva.

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   Los hombres que custodiaban a Alberto Nisman el día que apareció muerto, Luis Miño y Armando Niz, declaran hoy ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano.

   Taiano los acusó de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos "al no proteger a su custodiado en forma debida, de acuerdo con lo estipulado por el Protocolo de Actuación".

   Ese incumplimiento, según planteó Taiano, habría ayudado "a la perpetración del ilícito, por cuanto posibilitó el ingreso del arma homicida al domicilio del custodiado, franqueó el acceso de los ejecutores del hecho, permitió que estos lleven adelante su accionar sin riesgo de ser descubiertos, determinó su salida impune del lugar e impidió tomar conocimiento del hecho en forma inminente a su producción".

Reconstrucción de los hechos

   En la reconstrucción de ese día, los custodios llegaron al complejo Le Parc ese domingo a las 10:49 y permanecieron en el estacionamiento de cortesía. El exfiscal —según Taiano— estuvo quince horas solo. En ese lapso, de acuerdo con el informe de Gendarmería, se cometió "el homicidio del entonces fiscal".

  Miño se comunicó a las 13:43 con el suboficial escribiente Benítez —declaró ayer— y después intentó comunicarse con Nisman a las 13:46, a las 14 y minutos después hubo un tercer llamado, todos sin respuesta.

  Ante eso, cerca de las 16:40, Miño se comunicó con Marina Pettis —una de las secretarias privadas de Nisman— y le preguntó si tenía información del exfiscal. Ella le preguntó si habían subido a tocar el timbre del departamento, algo que no hicieron señalando que esperaban novedades de ella.

  En dos oportunidades el custodio Niz intentó sin éxito comunicarse con Nisman y recién a las 17:23 los custodios subieron al departamento por el ascensor de servicio y descendieron 5 minutos después. Volvieron a subir a los 40 minutos.

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  En ese trayecto se comunicaron con Soledad Castro, secretaria judicial de Nisman, y preguntó cuáles eran los protocolos de actuación para un caso como ese. Miño respondió que podían estar frente a una "falsa alarma", que ya había ocurrido otras veces y que sabían "cómo manejarse con el Dr. Nisman". Esto era "moverse en forma discreta, sin llamar la atención de la vigilancia del complejo ni la de prefectura".

  Según el fiscal Taiano, Castro le sugirió la intervención de la Prefectura Naval Argentina, pero Miño se negó. "Es claro que Miño era consciente de que el día siguiente no era un día más en la vida de Nisman, en cuanto tenía bien en claro que el fiscal se presentaría ante el Congreso de la Nación a exponer la denuncia que había formulado el día miércoles", indica el dictamen acusador.

  Ya habían transcurrido más de 7 horas "sin novedades de Nisman, con las particularidades señaladas: no contestaba los teléfonos, la camioneta se encontraba estacionada en la cochera, las persianas se encontraban bajas y el diario se encontraba en el palier".

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  Así y todo, los dos custodios salieron a buscar a la madre de Nisman hasta el barrio de Nuñez "dejando nuevamente su objetivo durante una hora aproximadamente, incluso pese a no saber qué era lo que estaba ocurriendo", remarcó Taiano e indicó que "no logran entenderse los motivos por los cuales fueron los dos, en vez de quedarse alguno de ellos en Le Parc". (Clarín y La Nueva)