Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bauza se siente más afuera que adentro

Incluso antes de la derrota con Bolivia, en la altura de La Paz, ya se comentaba con insistencia la posible salida de Edgardo Bauza como director técnico del seleccionado argentino de fútbol.

La posición en zona de repechaje a cuatro fechas del cierre de las Eliminatorias Sudamericanas para ir al próximo Mundial, el flojo rendimiento del equipo y la asunción de las nuevas autoridades de la AFA dejaron al orientador rosarino al borde de su despido.

Tras la reunión del pasado viernes del Comité Ejecutivo encabezado por el flamante presidente Claudio “Chiqui” Tapia, la decisión estaría tomada. Su permanencia en el cargo por estas horas es prácticamente virtual. El escenario parece indicar que durante la semana se le anunciará el fin de su ciclo. Y si la medida se dilató unos días es porque buscan la manera más prolija de echarlo.

Entre manoseos y operaciones, el “Patón” seguía hasta ayer sin recibir señales concretas de respaldo. Nadie de peso dentro del edificio de la calle Viamonte se había comunicado con él. Además los jugadores se mantienen indiferentes. Ni siquiera Angel Di María, que rompió el silencio en Francia, se expresó concretamente al respecto. Sólo sus colegas del medio local (Diego Cocca y Gustavo Alfaro, por citar ejemplos) ensayaron una defensa corporativa.

Es más, desde su entorno le aconsejaron al “Patón” que considere la situación al punto de hacerle saber que no vale la pena resistir frente a quienes se “atropellan” por verlo afuera de la Selección. Y si bien por su personalidad no piensa en renunciar, el fuerte desgaste mediático de las últimas horas sin dudas debilitó su figura.

El miércoles sería una jornada clave. Se especula que hoy Marcelo Tinelli, el encargado de la comisión de Selecciones, presentará un informe sobre el trabajo del DT; mañana lo evaluará en conjunto el Comité Ejecutivo y pasado, Tapia estará cara a cara con Bauza tal vez para decirle que ya no lo necesitan en la conducción de la escuadra albiceleste.

Cesantear al entrenador del conjunto nacional y romper un contrato es el peor comienzo para una gestión que prometió una refundación mediante el orden y la transparencia. Sin embargo, estos dirigentes se sienten habilitados para hacerlo. Quieren distanciarse de la Junta Normalizadora y pegar el “volantazo” en el momento justo para no asumir culpas en el caso de que no se materialice la clasificación para Rusia 2018.

Entre tanta incertidumbre, Jorge Sampaoli espera ansioso en España. El actual técnico de Sevilla no ha considerado aún la prórroga del vínculo que le ofreció el club y tampoco los sondeos realizados por emisarios de Arsenal, Roma, Borussia Dortmund y PSG. Por ahora sólo aguarda un llamado desde Buenos Aires o que el vicepresidente 1° Daniel Angelici concrete el viaje que se menciona para abrirle definitivamente el camino. Quiere aprovechar la chance que dejó escapar en agosto pasado.

La cuestión económica para el cambio de entrenador también significaría un problema para la AFA, que todavía no cuenta con el dinero que aportará Fox-Turner por la futura televisación. No obstante, confían en que esos ingresos permitirán solventar la cláusula de rescisión de Sampaoli (1,5 millones de euros), la indemnización a Bauza (12,5 millones de pesos) y hasta el pago de la deuda a Gerardo Martino ($ 9,5 millones más), para un total estimado en 49 millones de pesos.

¿Se queda o se va? ¿Quién viene? Son dos interrogantes que forman parte de otra de las tantas novelas a las que nos tiene acostumbrados últimamente el fútbol argentino. Sin embargo, el desenlace de la historia esta vez es inminente.