Ante los cortes, la pregunta: ¿para qué están el OCEBA y el OCABA?

Redacción de La Nueva.

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¡Felicidades, Juan María! Estoy exultante y no lo puedo manejar. Mirá que no me gusta eso de darle envidia a la gente, pero bueno, es lo que hay...

--Pará, pará José Luis, que vos no sos de extralimitarte demasiado ni cosas por el estilo. ¿A qué se debe tanta euforia?

--¡A que debo ser uno de los pocos bahienses que no sufrieron cortes de luz ni de agua en toda la semana! Te digo más. En un momento clavé el aire acondicionado en 23 grados, casi agazapándome ante la posibilidad de provocar una debacle energética nacional. Y nada. No pasó nada.

--¡Ah bueno! Me estás tomando el pelo. Cómo se ve que no sos vecino de nuestro amigo Victorino. El estaba insoportable el lunes pasado en el barrio de Prensa. Porque allá se te corta la luz y al unísono pasa lo mismo con el agua. De terror. Y ni hablar de nuestra gran amiga Romi, en Millamapu. Se queda sin agua dos o tres veces por semana. ¡Es una joda!

--Decime una cosa, y ahora hablando en serio, ¿para qué están el OCEBA y el OCABA, organismos que nos cuestan bastante caros a los bonaerenses. Y francamente han demostrado una ineptitud hasta sospechosa con los dislates de Edes y ABSA, que por otra parte nos siguen faltando el respeto con la falta de obras de infraestructura para dotar a Bahía de servicios un poco más dignos.

--Mirá. La gente ya no quiere que le mencionen más los colapsos en los transformadores ni que le hablen de roturas de caño. Y mucho menos, claro, que le vengan con tarifazos estratoféricos. Quiere y demanda respuestas. Y urgente.

--El miércoles se me ocurrió pasar por Láinez y 14 de Julio y casi me ahogo con la rotura de un caño de agua. Y fijate lo que le pasó al panadero de Sarmiento y Witcomb. Debido al apagón de la noche del lunes, el hombre no solo perdió toda la materia prima para elaborar los panificados que iba a poner en el mostrador el martes, sino que, además, se vio privado de vender pan y facturas del día. Pero lo que es peor, frente a sus quejas reflejadas por los distintos medios de prensa, recibió una especie de reto de Edes. El hombre tragó saliva y contó hasta mil para no... Mejor lo dejo ahí.

--Insólito. E insostenible.

--Tal cual.

--¿Y del tema YPF, qué me decís?

--¿YPF? ¿Qué pasó ahora?

--El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, está exigiéndole a la empresa que se deshaga de las acciones que tiene en Metrogas y Profertil porque no puede controlar a otras de la misma cadena productiva.

--Imagino que, como todo en Argentina, el proceso de desinversión ya empezó y primó la transparencia.

--Estás chistoso. Resulta que no, por ahora solamente se dieron por notificados y contestaron que estudiarán el pedido cuidando los intereses de la empresa.

--¿Y con el de acá, Profertil, que podría pasar? Porque no escuché nada al respecto.

--Por ahora nada. En los pasillos de la empresa no se dan ni por aludidos.

--¿Cómo que no? Una mitad de Profertil es canadiense pero la otra mitad le pertenece a YPF, hasta las siglas te lo dicen: Yo Pro Fertil.

--Por fin tirás uno bueno.

--Justo ese te causa, que fue medio pelo.

--No seas gatofloro, aceptá que es gratis.

--Bueno, en serio, ¿qué va a pasar?

--Está bien, hablando en serio, parece que los del Polo no están preocupados porque dicen que en su caso no hay tanto choque de intereses como en la relación YPF-Metrogas.

--¿Qué tiene esa relación?

--La petrolera tiene el 70 por ciento de las acciones de Metrogas, que es nada más y nada menos que distribuidora de gas natural. El eslabón en este caso es más vertical y directo, no se puede disimular de ninguna manera.

--¿Pero en 2013 el Gobierno mediante Enargas no había permitido el control total por parte de YPF?

--Sí, supuestamente no “existían obstáculos que impidieran aprobar la compra”, pero viste cómo es acá, se borra con el codo lo que se escribe con la mano.

-Ah, ahora sí. Igual, ¿tan tranquilos están acá en el Puerto como para que no se haya oído hablar del tema en Bahía?

-Creeme que no es tema de discusión, ni siquiera de café, como hacemos vos y yo. Cambiando de tema, tengo que contarte algo relacionado con el puesto de control de Senasa en la ruta 3 sur.

--¿El del kilómetro 714? No me digas que rumbeaste para La Salada o San Blas, quisiste pasar con un costillar y te agarraron los inspectores...

--¡Noooo! Son buenas noticias, o al menos alentadoras. Me pasaron el dato de que es inminente la instalación de Gendarmería en el lugar, con un sistema de guardias rotativas las 24 horas del día.

--¡Al fin!

--El intendente de Villarino, Carlos Bevilacqua, venía pidiendo esta medida desde que asumió, pero todo se precipitó a partir de lo ocurrido en ese puesto en octubre pasado, ¿recordás?

--Seguro: los inspectores de Senasa encontraron casi una tonelada de marihuana en un camión que iba al sur. Fue de madrugada, y en el lugar no había presencia policial; o sea, si el camionero, en lugar de escaparse, hubiera planteado pelea, no sé en qué podría haber terminado todo. Todavía me acuerdo las palabras del fiscal Antonio Castaño en “La Nueva.”: “Acá hay droga porque sabían que no había ningún tipo de control”.

--Bueno, lo cierto es que tras ese caso el jefe comunal aprovechó para volver a la carga con su pedido, y ya llegó a un acuerdo con el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, y Gendarmería Nacional.

--¿Qué implica ese acuerdo?

--Básicamente, la cesión en comodato de una construcción que el municipio de Villarino tiene en el puesto de control, donde se instalarán los efectivos de Gendarmería en forma permanente. Desde el área de Legales de la fuerza ya le pidieron a Bevilacqua que les envíe una copia del contrato para analizarlo, con la idea de firmarlo sobre fines de la semana que viene.

--Bueno, mejor tarde que nunca...

--Ya sé por qué lo decís, pero surgieron cuestiones técnicas que demoraron el acuerdo. El municipio de Villarino tuvo que invertir 135 mil pesos para poner en condiciones el inmueble y adaptarlo a los requerimientos de Gendarmería. En algún momento se habló incluso de una obra mucho más importante, fuera del alcance del municipio, pero finalmente todo se encausó. Ahora sólo queda proveer al lugar de señal de internet y algunos trabajos menores.

--Mejor así.

--Sin dudas. Hablamos de un sitio estratégico, la puerta al sur argentino por las rutas 3 y 22, y un lugar de paso para miles y miles de transportes.

--Che, Juan María, ¿si pedimos una cervecita en vez de la segunda ronda de café? Con tanto calor podemos hacer una excepción.

--Dale, dale. Hay que enfriarse un poco... Mirá al Campera, sino, al que noté muy caliente en las redes sociales.

--¿Le hablaron mal de Fortín Club?

-No, esta vez Pedro Luro estuvo al margen. Aunque el tema justo tiene que ver con cierto desprecio a los clubes del interior. Básicamente con la repartija que se hará de los dinerillos de la televisión que pondrá el Estado. Unos 350 millones de pesos. Mirá, acá lo tengo: “Los clubes de la B Metro cobrarán 400 mil pesos más que los del Federal A (misma categoría). ¡Que país de unitarios tenemos!”, tiró en twitter. Y, la verdad, tiene mucha razón.

--Lo que no se entiende es cómo los clubes del interior, entre ellos los nuestros, Sansinena y Villa Mitre, no patalean lo suficiente para no modificar semejante mamarracho.

--No te equivoques, sucede todo lo contrario. Son de los pocos que ponen el grito en el cielo, aunque con cierta prudencia. No sea que parezcan “muy quejosos” y eso les juegue un poco en contra en el futuro...

--¿Entonces?

--Se trata de dos categorías que ocupan el tercer escalón del fútbol argentino, con la salvedad de que los clubes de la Metropolitana no tienen que cubrir grandes distancias para disputar su competencia, mientras que los del Federal A deben viajar miles de kilómetros en un fixture que une a numerosas provincias. O sea, ni siquiera sería justo que perciban el mismo dinero. Y los de la B Metro reciben 648 mil pesos, mientras que los del Federal A apenas 234 mil. Lamentable.

--Te saco del “fobal”. ¿Del ámbito tribunalicio qué tenés...? ¿Hay alguna novedad?

--¡Me extraña! En esta mesa nunca faltan las novedades, que no son muy buenas, para variar.

--¿Qué pasó?

--No, no te asustes, nada grave, el tema es que a las vacantes ya conocidas en todo el ámbito judicial, que provocan trastornos a la hora de agilizar el sistema, habrá que sumar una más. Acaba de presentar su renuncia al cargo la jueza María Eloísa Errea de Watkins, integrante del Tribunal en lo Criminal Nº 2, que se dedica a juzgar delitos de los más graves.

--¿Se fue por algún problema?

-No. Aparentemente está a punto de acogerse a los beneficios de la jubilación, tal como hicieron otros dos magistrados, de Azul y Mar del Plata. Fue publicado el martes en el Boletín Oficial.

--Ahora la vacante, seguramente, será cubierta por un juez de un cuerpo suplente, que está para estas contingencias.

--Igual, en algunos pasillos de Estomba 34 el ruido lo siguen haciendo los juicios por jurados y sus resultados.

--¿Ya se reanudaron los debates bajo esta modalidad, que tanta polémica generó el año pasado?

--Sí. Esta semana. ¿Y a qué no sabés cuál fue el veredicto...?

--No me digas nada: absolutorio.

--Acertaste. La estadística no falla. El Departamento Judicial Bahía Blanca es el único de la provincia que tiene una amplia mayoría de absoluciones sobre las condenas.

--La discusión es la de siempre: los defensores creen que los fiscales elevan a juicio casos sin fuerza probatoria y que no convencen a los jueces legos, mientras que los fiscales, o algunos por lo menos, opinan que el sistema de votación no es equitativo, lamentan ciertas cuestiones desorganizativas que tienen que ver con la citación de los jurados y otros, por lo bajo, hasta dicen que deberían ser seleccionados por el nivel de instrucción.

--¿Por qué?, ¿qué han notado?

--Dicen que pareciera que algunos “no están a la altura de las circunstancias”, por decirlo de una manera elegante.

--Eh, ¿para tanto?

--De hecho, me chimentaron que en el juicio de esta semana, en el que declararon no culpables a dos puntaltenses acusados de asaltar a un comerciante de Pehuen Co, los jurados aprovecharon un momento sin debate para cantarle en la sala el “Feliz Cumpleaños” a uno de ellos.

--Claro, me da la sensación de que no es el lugar ni el contexto para desplegar un festejo...

--Bueno, mientras esperamos que el verano afloje un poco, aprovechá para sacar la billetera y pagá.

--¿Otra vez yo?

--No te hagas el distraído que la semana pasada me tocó a mí.

--Bueno, chau, hasta la semana que viene...