Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Suárez: el sector del calzado ya perdió 500 puestos laborales

Los gremios se encuentran en estado de alerta. Las principales razones, señalan los referentes sindicales, son la retracción del consumo y la importación irrestricta de calzado terminado.
Los trabajadores del rubro del calzado están preocupados. Sólo en la fábrica del Grupo Dass Argentina, en lo que va del año, cayeron 260 vacantes.

Juan Ignacio Schwerdt

jschwerdt@lanueva.com.ar

Referentes de los gremios de la industria del calzado advirtieron que desde mediados del año pasado se perdieron más 500 puestos de trabajo sólo en Coronel Suárez, y reclamaron que se tomen medidas para evitar una nueva crisis que deje sin sustento a miles de familias.

La mayor caída de puestos se registra en la fábrica de zapatillas del Grupo Dass Argentina: desde principios de año, la dueña de las firmas Fila y Umbro achicó su plantel de personal en 260 trabajadores, lo que constituye una reducción del orden del 12%.

“La vacante que se produce, ya sea por decisión de la empresa o de algún trabajador, no se cubre. Arrancamos el año con 2.200 operarios, y hoy somos unos 1.940”, puntualizó Claudio Streitemberger, delegado del Sindicato de Obreros del Caucho y Afines (Socaya).

Para la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra), el panorama es similar. Mariela Holzmann, referente del gremio en Suárez, señaló días atrás que desde junio de 2016 hasta hoy “se perdieron más de 250 puestos de trabajo regular” en los pequeños y medianos talleres.

“No hubo un estallido social porque a muchos los han recontratado en negro”, aclaró la sindicalista.

Para ambos referentes gremiales, las razones del problema son las mismas: la retracción del consumo interno y el ingreso irrestricto de calzado terminado desde países con menores costos laborales y mejores condiciones para la industria.

“La propia empresa Dass comunicó esto al ministerio de Trabajo, lo que figura en actas”, refirió a La Nueva. Streitemberger.

“La empresa importa la suela y la capellada terminada, y aquí arma el calzado. Ahora compite contra el calzado terminado que viene de países como China, con costos muy bajos”, añadió.

En el caso de los pequeños y medianos talleres, la situación es aún más dramática. Es que, como realizan trabajos tercerizados para marcas nacionales, son los primeros que sufren el impacto por la caída de la actividad en la industria textil y del calzado.

El fantasma de Gatic

Streitemberger aclaró que Dass sigue pagando los sueldos en tiempo y forma y que, por ahora, la única señal de alerta es que no se cubren las vacantes.

“Ni siquiera reemplazan a los empleados con buen legajo que, por algún motivo, piden ser despedidos”, señaló.

El sindicalista dijo que así comenzó la caída de la empresa Gatic, la dueña original de las plantas que hoy ocupa Dass. La quiebra fue hace 13 años, y dejó en la calle a 1.800 personas.

“Aún estamos a tiempo de evitar algo así -aclaró Streitemberger-, pero para eso el gobierno debe empezar a trabajar seriamente para cuidar las industrias argentinas. La caída de Gatic comenzó con la apertura sin límites de las importaciones de calzado".

La necesidad de limitar la importación

Según datos de la Federación Argentina de la Industria del Calzado y Afines (Faica), entre 2001 y 2015 la producción de calzado nacional pasó de 36 a 125 millones de pares anuales.

Ese crecimiento se interrumpió el año pasado, cuando se fabricaron 111 millones de pares. "La caída fue del 11,2% respecto de 2015”, indicó el presidente de Faica, Alberto Sellaro, en un informe publicado por la entidad.

En contrapartida, en 2016 se importaron 27,3 millones de pares, un 22% más que en 2015.

Alertado por estos datos, días atrás el gobierno nacional accedió a firmar un acuerdo con el sector del calzado.

“El objetivo es que no ingresen más de 24 millones de pares de calzado (anuales)”, dijo a La Nueva. el secretario de Producción suarense, Juan Ignacio Fidelle.

El funcionario dijo que el ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, “está al tanto de lo que ocurre con la industria suarense”, y se mostró confiado en que las condiciones irán cambiando para el sector.

Fidelle y referentes de pequeñas y medianas empresas textiles suarenses estuvieron reunidos días atrás con Sellaro, titular de la Faica.

En el encuentro se debatió sobre la posibilidad de vincular a los talleres locales con distintas marcas nacionales, y se llegó a un acuerdo para que puedan contar con un stand en las próximas exposiciones sectoriales en Capital Federal.