El comercio de la zona todavía se encuentra lejos de una reactivación

Redacción de La Nueva.

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Agentes periodísticos en La Región / laregion@lanueva.com

   Locales que cierran, despidos de trabajadores, reactivaciones económicas que no llegan, aumentos en los servicios... Con números que cada día cierran menos, el sector comercial de la zona de influencia de Bahía Blanca ve como cada día los números le son más complicados, y si bien sus representantes tratan de no ser pesimistas, cada día les cuesta más ver la luz al final del túnel.

   Más allá de ciertos casos puntuales -los menos- en algunos distritos hablan de una caída en la actividad que se ubica entre el 35% y 40%, y temen que estos porcentajes se vean incrementados en los próximos meses.

   Además, los representantes del sector consultados por este medio aseguran que hay una gran incertidumbre, debido a la falta de signos de reactivación. Esto, agregaron, incluye también un cambio de hábitos de consumo por parte de los compradores.

   “El comercio local no escapa a la realidad del momento que vive todo el país -aseguró Andrés Fidelibus, presidente de la Asociación de Comercio e Industria de Coronel Dorrego-. Si bien los indicadores económicos nos dicen que la actividad comercial va en franca mejoría, los resultados tangibles aún no se pueden ver de la manera que uno querría”.

   Esto también genera una fuerte incertidumbre en el sector, como lo describe el titular de la Cámara de Comercio de Tornquist, Mario Rodríguez.

   "Hasta el momento no se ve ningún síntoma de reactivación de la economía local, lo cual genera una incertidumbre preocupante. Lo preocupante es que la actividad comercial sigue en descenso", manifestó.

   El cierre de comercios es otro de los indicadores del mal momento del sector en general. Si bien en Puan hablan de algunos negocios que trabajan mejor gracias a la pesca y el turismo, en Coronel Pringles la situación es diametralmente opuesta.

   “En el último año, han sido varios los comercios que han cerrado sus puertas -señaló el titular de la Asociación del Comercio y la Industria pringlense, Daniel Ockier-. El más afectado es el rubro de la indumentaria, que es el más visible y el que más ha cerrado sus puertas”.

   En Monte Hermoso, la caída comenzó a observarse el mes pasado, después de un verano que superó las expectativas de propios y extraños. En el balneario se habla de una inactividad comercial que comienza a inquietar, con gastos cada vez mas altos, falta de crédito a tasas accesibles y razonables y, sobre todo, la pérdida de fines de semanas largos que incentiven el turismo y el comercio interno.

   “Todo este panorama está perjudicando a las pymes haciendo -a veces- muy difícil seguir adelante”, sostuvo.

   En Tres Arroyos, los especialistas se refieren a un “amesetamiento” económico y aguardan una ampliación del gasto por parte del campo, para conseguir así una reactivación del sector.

   “La realidad es que la situación comercial de Tres Arroyos está complicada. Durante abril y mayo no repuntaron las ventas e, incluso, está en baja el consumo. Esto es debido a los incrementos que se están pronosticando para los próximos meses en energía eléctrica y gas. Además, las paritarias de los empleados no han cerrado y están viviendo con sueldos del año pasado; por si fuera poco, los incrementos de este año han sido importantes, tanto de los comestibles, como de los bienes de uso”, expresó Javier Gallardo, presidente de la Cámara Económica de Tres Arroyos.

A favor

   Desde la Cámara Empresaria de Guaminí , se afirmó que a pesar de la caída del consumo que sí se observa en varios rubros de la economía, en esta ciudad las ventas se han mantenido estables durante el último año y medio, con alguna pequeña caída del consumo en algunos sectores.

   “Tenemos algún descenso seguramente en el consumo, pero no en el número final. Probablemente sí se estén consumiendo menos productos, pero la inflación nos termina dando similares contenidos”, comentó Sergio Picasso, titular de la Sociedad Rural.

   En Puan, por el momento la situación también es positiva, tal como lo explicó el presidente de la Cámara  de Comercio, Omar Bras.

   "En lugar de cierre de comercios, se han abierto más en el rubro comestibles. También veo algunos mercaditos nuevos que siguen sobreviviendo y tienen sus clientes, los que hacen un sacrificio importante. En líneas generales, es un panorama positivo", expresó.