Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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¿Por qué no se fertiliza como se debe en el país?

Las razones son variadas, pero desde Fertilizar pretenden romper la dinámica del amesetamiento.
Sobra evidencia en el país sobre la necesidad de realizar una fertilización equilibrada. / Foto: Archivo La Nueva.

Guillermo D. Rueda

grueda@lanueva.com

   “Hay dos factores principales, ambos relacionados a la incertidumbre y la aversión al riesgo”, dijo Federico Bert, líder de Investigación y Desarrollo de la Asociación Argentina del Consorcio Regional de Experimentación Agropecuario (AACREA), respecto de las razones por las cuales no se fertiliza como se debería en la Argentina.

   “Nadie puede negar que, en los últimos 25 años, ha habido progresos notables en el consumo de fertilizantes de la mano de la expansión del área agrícola y del incremento de la producción”, agregó.

   “Sin embargo, el consumo se estancó hace ya un par de años, con los consecuentes, y ya conocidos, balances negativos de nutrientes”, sostuvo.

   “Aunque sobren evidencias agronómicas y, en muchos casos, económico-empresariales sobre la necesidad de fertilizar en forma balanceada, hoy es frecuente encontrar lotes de producción con dosis de fertilización sub-óptimas o que no se fertilizan. Así, necesitamos poder dar respuesta a esta pregunta como base para diseñar acciones tendientes a mejorar esta realidad”, dijo.

Doctor Federico Bert, de la AACREA. / Foto: Archivo La Nueva.

   Bert —quien es ingeniero agrónomo y doctor en Ciencias Agropecuarias— mencionó, en primer término, la alta variabilidad climática a la que está expuesta la agricultura y la consecuente incertidumbre referida a los ingresos económicos por volumen de producción.

   “Así, la posibilidad de experimentar escenarios climáticos desfavorables que lleven a ingresos bajos y atenúen las respuestas agronómicas condiciona la decisión de los productores que, por naturaleza, son aversos al riesgo”, explicó.

   En segundo término aludió al régimen de tenencia de la tierra como otro factor estructural.

   “Más del 60% del área agrícola argentina es operado por arrendatarios, y a su vez, la mayor parte de los contratos son por una campaña. De esta manera se favorece un uso de fertilizantes enfocado solo en maximizar la productividad, sin la valoración de efectos residuales”, argumentó.

   Ampliaciones sobre este tema, y otros relacionados, se debatirán entre los días miércoles 17 y jueves 18 de mayo venideros, en el Centro de Convenciones Metropolitano, Alto Rosario Shopping de la ciudad de Rosario, Santa Fe, cuando Fertilizar Asociación Civil y el IPNI Cono Sur realicen la 13ª edición del Simposio Fertilidad 2017, bajo el lema Más allá de la próxima cosecha.

   El simposio tiene como objetivo presentar y discutir información actualizada en el manejo de la fertilidad de suelos y fertilización de cultivos en el país y el exterior.

   Como en ocasiones anteriores, la cita es acompañado por el INTA; la Asociación Argentina de la Ciencia del Suelo (AACS); CREA Sur de Santa Fe; Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario; Aapresid; Fundación Producir Conservando y la Red BPA. Informes pueden recabarse en @IPNIcs y www.fertilizar.org.ar

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Sobre el “dilema           de los comunes”
Visión. El doctor Bert alude al "dilema de los comunes", con una perspectiva interesante sobre la valoración de los efectos residuales.
Ambiente en general. “Bajo este dilema, varios individuos, motivados sólo por el interés personal, y actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado —léase el suelo, el ambiente en general— aunque a ninguno de ellos, les convenga que tal destrucción suceda”, aseveró Bert.

El “dilema de los comunes”

* Visión: El doctor Bert alude al "dilema de los comunes", con una perspectiva interesante sobre la valoración de los efectos residuales.

* Ambiente en general: “Bajo este dilema, varios individuos, motivados sólo por el interés personal, y actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado —léase el suelo, el ambiente en general— aunque a ninguno de ellos, les convenga que tal destrucción suceda”, aseveró Bert.