Continúa en alza la inversión tecnológica para los cultivos
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Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com
“La facturación total de las empresas va a crecer, pero muy poco, quizás en torno a 2%, aunque lo que sí se expandirá mucho son los volúmenes vendidos, que calculamos para todo el mercado en torno a 17%”.
Lo aseguró Sebastián Calvo, presidente de Red Surcos, en relación a la profundización de la tendencia de los productores por una mayor apuesta para aplicar mayor tecnología.
Definitivamente, hay un consenso generalizado en seguir sumando agroquímicos para el mejoramiento de los rendimientos de los cultivos en la Argentina.
“Esta es una muy buena noticia para la agricultura argentina: sigue creciendo la tecnología que se está aplicando para hacer los principales cultivos del país. Y, además, esto sucede por segundo año consecutivo”, comentó Calvo.
La eliminación de las retenciones para el trigo y el maíz, con la asunción del nuevo gobierno en diciembre de 2015, impulsó la expansión de estos cultivos que, además, hoy tienen una excelente relación entre su precio y el de los insumos que hacen falta para producirlos.
Antonio Cavaglia, gerente de Marketing de Red Surcos, destacó la baja de precios de los insumos en el primer semestre del año.
“La relación insumo-producto (cuánto kilos de lo que uno produce hacen falta para comprar un insumo) es muy favorable”, agregó Antonio Cavaglia, responsable de Marketing de Red Surcos, una compañía de agroquímicos de capital nacional.
“En el primer semestre del año, esa relación insumo-producto fue de las mejores en al menos una década”, añadió Calvo.
Los analistas cree que luego, con una pequeña baja de los granos y un también pequeño aumento de los insumos, la relación varió levemente, pero sigue siendo ampliamente favorable en términos históricos.
El diagnóstico que hacen en la firma alcanza también a la soja, que comenzará a sembrarse fuerte en las próximas semanas.
De acuerdo con las estadísticas, los números del primer semestre fueron muy favorables.
Cavaglia y Calvo explicaron que hubo una baja de precios de los insumos —en torno a un 15% promedio—, lo que se sumó a la nueva realidad de cultivos como el maíz y el trigo que, sin retenciones, cambiaron radicalmente sus márgenes brutos por hectárea.
La facturación
Del mismo modo, la eliminación de las derechos de exportación al maíz y al trigo impulsó también la expansión de la inversión en tecnología.
También se consideró que la baja en los precios explica ese pequeño crecimiento en la facturación, aun con un sensible crecimiento de las ventas.
De acuerdo con la opinión de los especialistas, no hay que olvidar las buenas condiciones de financiación disponibles, tanto en las entidades bancarias como directamente desde las empresas.
“Nosotros financiamos con tasas de 12% anual en pesos u 8% en dólares”, precisa Cavaglia.
“Salvo los productores que hoy están con sus campos inundados, el resto tiene condiciones muy favorables, ya que existen insumos baratos en términos históricos y con muy buenas tasas de interés”, admitió Calvo.
En otras palabras, en el horizonte se empieza a ver el círculo virtuoso que se esperó durante muchos años. Es decir, que el productor tenga rentabilidad, que la reinvierta, que haga rotaciones más sustentables, que siembre con mayor tecnología y que aumente su productividad.
Entre los muchos síntomas de esta situación, Cavaglia destacó el crecimiento que se registró de la venta de herbicidas para el barbecho de maíz, producto de la expansión de este cultivo por segundo año seguido.
Por eso, no sólo vendieron más glifosato, sino también más 2.4D y Paraquat, por ejemplo.
Respecto del mercado de agroquímicos, Calvo hizo una proyección respecto de lo que sucede en el mundo para trazar un panorama.
“Hoy estamos viendo en China fuertes restricciones ambientales, que está generando un masivo cierre de fábricas que elaboraban los principios activos que se usan para la fabricación de agroquímicos”, explica.
Y agrega que “eso hará que falte producto y que se produzca algún impacto en los precios”.
Ante ese panorama, Cavaglia considera que “es bueno ir tomando posiciones y no dejar las compras para hacerlas tan cerca de las aplicaciones”.
Calvo cree que lo que pase en China va a cambiar el panorama de los agroquímicos en el mundo, porque si ese país pasa de 600 fábricas, como tenía, a 200, como pueden quedar, de algún otro lado tendrán que salir los insumos.
“La India puede ocupar ese lugar”, sostuvo.
“Pero, en definitiva, estamos en un proceso de reconfiguración de la industria de agroquímicos, que es muy profunda, y que no sólo tiene que ver con la fusión de las grandes compañías multinacionales que se está comenzando a concretar por estos días”, detalló.
En la Argentina, de todos modos, según la industria de los agroquímicos es problema pasa por otro lado.
“Se trata de las malezas”, comentó Cavaglia.
“De hecho, cerca del 65% del mercado siguen siendo herbicidas”, agregó.
Este es el tema técnico al que los productores deben poner foco en lo inmediato, pero no sólo invirtiendo en tecnología para su control, sino también con buenas prácticas de manejo.
“Es que una cosa va de la mano de la otra y trabajarlas en conjunto es la única manera de obtener buenos resultados. Pero, sobre todo, que esos resultados sean sustentables en el tiempo”, mencionó.