Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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¿Cuál es el margen de crecimiento que tiene el aceite de oliva del SOB?

“Si las plantaciones crecen en tamaño y rendimiento, el mercado externo podría convertirse en algo más que un atractivo”, aseguró la doctora Lorena Tedesco (UNS-CONICET).
Producción olivícola en el Sudoeste Bonaerense. / Foto: Archivo La Nueva.

Guillermo D. Rueda

grueda@lanueva.com

   Las razones por las cuales los productores olivícolas del sudoeste bonaerense aún no han incursionado en mercados externos son varias, y variadas, pero dos de ellas se destacan.

   Por un lado, manejan volúmenes pequeños porque las plantas son pocas y de menor antigüedad que las de la región cuyana; y la restante, por esta misma razón, la producción del aceite de oliva virgen extra se vende —casi exclusivamente— en la región en forma minorista y fraccionada.

   “Sin embargo, en tanto las plantaciones crezcan en tamaño y en rendimiento, el mercado externo podría convertirse en atractivo para el SOB, sumado a las políticas públicas que promueven este tipo de producciones con agregado de valor que, en el caso local, se ven favorecidas por un bajo costo de logística dada la cercanía al puerto y a los proveedores de fertilizantes”, dijo la doctora en Economía Lorena Tedesco, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS), de la Universidad Nacional del Sur y del CONICET.

Lorena Tedesco, de UNS y Conicet. / Foto: Archivo La Nueva.

   “Otro camino que podría seguir la producción del aceite de oliva virgen extra (AOVE) del SOB, en cuanto exceda lo demandado en los puestos dispuestos a la vera de la ruta, en las ferias, en las dietéticas y en las verdulerías de la región, donde se vende actualmente, podría ser el de los supermercados”, agregó.

   Tedesco compartió estos conceptos al regreso de su participación —como disertante— de Argoliva 2017, que se desarrolló entre el 5 y el 8 últimos en la ciudad de San Juan.

   “Este canal de venta ya ha sido explorado por productores de Cuyo, recomendando apuntar a los de tamaño chico y medio y no a los grandes hipermercados, que tienen un importante poder de compra que deja mal posicionados a los productores en cuanto a plazos de pago y otros aspectos de la comercialización”, explicó.

   Tedesco, quien dirige el proyecto Desarrollo del Olivo en el SOB, del Programa Universidades Agregando  Valor 2016, dependiente de la secretaría de Políticas Universitarias, relacionó la producción de olivos del SOB, que posee alrededor de 50 productores que trabajan en 2.600 hectáreas, con la realidad sanjuanina, más allá de las escalas.

   “Hay tres aspectos en que ellos se han podido potenciar y es clave para un constante crecimiento”, sostuvo.

   “Por un lado, la provisión de plantines. En nuestra región no hemos logrado que se desarrolle. Por otro, el asesoramiento técnico, ya que el 85% de los productores del SOB recurre a un ingeniero agrónomo, experto en olivos, que viaja desde San Juan para hacer el seguimiento de los árboles”, relató.

   “Finalmente, en ambos lugares el riego es relevante para aumentar el rendimiento, al igual que las innovaciones respecto a la poda y a la cosecha, aprendiendo los productores del SOB de las experiencias que se desarrollan en el norte”, comentó.

   Tedesco sostuvo que los aceites de San Juan y del SOB son de una calidad extraordinaria por las condiciones de suelo y de clima. Y que esto se ha traducido en la obtención de un sinnúmero de premios a nivel nacional e internacional en reconocidos concursos.

   “La producción del SOB se concentra —en un 90%— en (AOVE), ya que prima la variedad arbequina, cuyos frutos son pequeños para hacer aceitunas de mesa y derivados”, detalló.

   “Por su parte, en Cuyo se cultivan más variedades de plantas y por eso se producen también aceitunas en salmuera, pasta de aceitunas y aceitunas rellenas”, dijo.

   “Es probable que los productores de nuestra región se encaminen hacia el modelo cuyano, ya que están aumentando las hectáreas sembradas y la diversificación crece incorporando variedades como frantoio, corantina y picual”, añadió.

   Asimismo, la investigadora afirmó que otra diferencia es que buena parte del AOVE de San Juan, Catamarca y La Rioja se exporta, principalmente a Brasil y a los Estados Unidos. Y que, en comparación, sólo uno de los productores del SOB vende aceite a granel a los Estados Unidos, a una empresa de su propiedad que fracciona y distribuye en ese mercado.

   Tedesco también dijo que los productores de allí pueden acceder a la marca paraguas denominada “Producto sanjuanino, origen San Juan”, en tanto que en nuestra región se está avanzando en lograr una marca colectiva para identificar a las producciones de olivos, que se prevé llamar Olivos del SOB.

   “Esto agrega valor a la producción y permite que el consumidor determine la trazabilidad del producto y su asociación con la calidad que le da, en ambos casos, el clima y el suelo”, explicó.

   “En San Juan, respecto del sudoeste bonaerense, tienen más desarrollados los mecanismos de educación del consumidor, ya que desde hace muchos años se trabaja desde la Universidad Católica de Cuyo en dar capacitaciones a escuelas de gastronomía, amas de casa, restoráns y demás, con el fin de promover el consumo de AOVE por sus cualidades antioxidantes y de contenido de proteínas que previene, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares”, comentó.

   Tedesco añadió que esta tarea la lleva adelante, principalmente, el panel de cata de San Juan, que es reconocido por el Consejo Olivícola Internacional.

   “Otra diferencia entre ambos lugares es que en San Juan, a través de eventos como Argoliva, pero no exclusivamente por ellos, se ha logrado que el sector privado, el público y las instituciones intermedias compartan espacios de diálogo como la Mesa Olivícola Nacional”, aseveró.

   En el SOB, la Universidad Nacional del Sur, secundada por la Universidad Provincial del Sudoeste y la Universidad Nacional de Mar del Plata, se constituyó en una fuente de investigación y extensión en lo referido a la producción y consumo de AOVE —tanto en sus aspectos técnicos, químicos, económicos y sociológicos— desde hace casi una década.

   La doctora Tedesco intervino en las rondas de negociación programadas en Argoliva entre importadores de los Estados Unidos, Canadá y Brasil, entre otros países, totalizando 11 empresas y 20 productores de aceite de oliva y de aceitunas de mesa.

   “El principal problema a la hora de exportar son los costos de flete y de comercialización, por lo que, a menudo, se comparten entre las partes”, sostuvo.

   “El precio de referencia para el comercio internacional de aceitunas de mesa es de 3.000 dólares la tonelada y de U$S 4.500 para el aceite de oliva virgen extra”, dijo.

   En Argoliva, que es el evento olivícola más importante de América, también se realizaron el VII Concurso Internacional de Aceite de Oliva VE; cata pública; jornadas técnicas; reuniones de la Mesa Olivícola Nacional; presentaciones de planes sanitarios y de programas para abrir mercados; visitas a campo; concurso de cocina y clases de cocina, entre otros.

Agregado de valor y financiamiento

* Producción: “Para el año próximo pretendemos acercar las propuestas a nivel nacional sobre agregado de valor y financiamiento a los productores. En la visita a San Juan comprobé que hay, y muchas, y los productores de nuestra región las desconocen”, dijo la doctora Lorena Tedesco.

* Otras cadenas: “Esa es una tarea que, llevada a cabo por la Universidad Nacional del Sur, podría ser abierta para que participen diferentes productores de otras cadenas de valor”, agregó.

* Créditos: También se presentaron planes de crédito del ministerio de Agroindustria. Algunos son Fonapyme Agro, Sumar Valor, Pac Empresas, Capacitación Pyme y Experto Pyme, entre otras.

* No bancarizados: En Argoliva 2017 se explicaron los registros que deben realizarse ante la AFIP para poder acceder al crédito y, además, se dio conocimiento de líneas de financiamientos para productores no bancarizados.