Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La Liga del Sur está de luto por el fallecimiento de Guillermo Paolucci

Fue uno de los mejores jugadores de la historia de Rosario Puerto Belgrano.
Archivo La Nueva.

   Con la desaparición física de Guillermo Paolucci, pierde Rosario Puerto Belgrano a uno de los jugadores más importantes de su historia. Fue también formador de pequeños talentos, director técnico del equipo de Primera división y activo dirigente.

   “Cacho”, padre de Marcelo -exfutbolista de Rosario, Olimpo, Sporting y la selección liguista, entre otros- y hermano de Edgardo (el “Bubi”), fue campeón con los puntaltenses en el año 1959.

   En ese campeonato logrado por el conjunto de la casaca francesa, Paolucci fue uno de los dos integrantes del plantel con más presencias: 22, junto a Oscar Leyría.

   Además en ese conjunto que dejó una huella en la entidad tuvo como compañeros a Heriberto Ticozzi, Julio Zavatti, Héctor Marini, Marco Martín Rupérez, José Beloqui, Roberto Gestoso, Oscar Clemente Schwindt, Ernesto Suquía, Julio Hurinich y José Grippo, por citar a algunos.

   Dos temporadas más tarde, en 1961, Paolucci estuvo presente en la campaña del seleccionado de la Liga del Sur que se consagró campeón de la Copa Adrián Béccar Varela, el título más trascendente de la historia de la entidad madre de nuestro fútbol. Jugó tres de los 11 partidos.

   Con los colores celestes siguió desempeñándose en los años 1962 y 1963.

   Como técnico comenzó en las divisiones menores de Rosario Puerto Belgrano, donde orientó fuertes equipos de las décadas de 1970 y 1980 que alcanzaron protagonismo en los torneos locales.

   Idóneo conductor, dejó sus enseñanzas y sus conocimientos, y con el tiempo proyectó a varios de sus dirigidos al elenco superior de Rosario.

  En su momento cumplió funciones como entrenador del equipo mayor de los puntaltenses y posteriormente conformó varias comisiones directivas de la institución.

   Hasta no hace mucho se lo veía con frecuencia en el escenario de Humberto Primo y Villanueva para acompañar a Rosario en sus presentaciones en los certámenes liguistas.

   Desde siempre demostró su amor por los colores, su sentido de permanencia y sus lazos inquebrantables con la familia rosarina. Tenía 84 años.

   Sus restos serán inhumados mañana a las 10:30, en el cementerio de Punta Alta.