Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Industria: las pymes no dejan de confiar, pese al difícil presente

Un estudio del centro de estudios de la UIBB destacó que los empresarios de la ciudad y zona creen que habrá una mejoría, pero el corto plazo sigue difícil.
Industria: las pymes no dejan de confiar, pese al difícil presente. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

Aunque las pymes industriales de Bahía Blanca y su zona de influencia mantienen su esperanza con respecto al futuro, la difícil coyuntura económica afecta su día a día, destacó el Índice de Confianza Empresaria Pyme Bahía Blanca y Región (Icepyme) que elabora el Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial de Bahía Blanca (CEEUIBB).

Así las cosas, la primera ola del indicador para 2017 -son tres por año, siendo la segunda en agosto y la tercera noviembre del corriente- arrojó que el índice alcanzó un valor de 54,6 puntos -en una escala de 0 a 100-, situándose entre los mayores valores registrados, junto con la medición anterior, desde que se releva este indicador en la ciudad y región (mayo de 2012).

En noviembre de 2016 -la ola anterior- el Icepyme se anotó un valor de 55,4 puntos, lo que equivale a una ligera baja (0,8 puntos) lo que permite inferir la existencia de una cierta estabilidad en las expectativas empresarias.

Dicha estabilidad obedece a que el indicador indaga tanto acerca de las perspectivas de corto como de largo plazo, considerando no sólo lo que los hombres de negocios locales y zonales esperan con respecto a sus empresas, sino también al sector en el que interactúan y, obviamente, el país.

Y en ese sentido, los subíndices que forman parte del Icepyme -condiciones actuales y perspectivas futuras- presentaron, en ambos casos, una trayectoria levemente bajista, aunque en el segundo caso fue más atenuada que la primera.

"La estabilidad del indicador general se vio influenciado por los valores obtenidos en las condiciones actuales y futuras, que se mantuvieron prácticamente sin cambios, sufriendo ambas un leve descenso.

"El hecho de que las expectativas futuras (arrojó un valor de 62) superen a condiciones actuales (el subíndice cerró en 46) es una señal del típico comportamiento del empresario pyme, que soporta dificultades en el presente, pero sigue apostando al futuro porque ese es su medio de vida", señalaron.

Para los economistas de la central fabril bahiense, las perspectivas empresarias -la principal variable explicativa a la hora de decidir emprender inversiones- exhibieron un desempeño que también es llamativo, si se toman como referencia la propia empresa, el sector y el país.

"Hasta las elecciones de 2015, las menores expectativas del empresario pyme se enfocaban a nivel país, privilegiando el sector y su propia empresa.

"Sin embargo, luego del cambio de gobierno las mismas se emparejaron notoriamente. Quedó claro, entonces, la mayor afinidad empresarial con las propuestas de la nueva administración".

En esta medición, continúa el equilibrio entre estas 3 expectativas. Los subíndices decrecieron mínimamente, aunque se destaca el descenso sobre el futuro a nivel empresa.

"Nuevamente, es otro indicio de que dado el difícil contexto económico actual que atraviesan las firmas, los empresarios resultan más cautelosos al momento de evaluar el devenir de su propio negocio", manifestaron desde el CEEUIBB.

Entorno inversor

A pesar del leve descenso del indicador principal, la evaluación del momento actual como indicado para invertir en máquinas y equipos continúa creciendo: en mayo del corriente, más de cinco por cada diez empresarios consideran que el actual entorno es "adecuado" para relizar inversiones, cuando, en la oleada de noviembre del año pasado, el 49% manifestaba interés en hundir capital, mientras que en mayo de 2016 era del 39%.

El valor más bajo de la serie -arranca en mayo de 2012, cuando se empezó a elaborar el indicador- fue del 29% en noviembre de 2014.

"Se superó por primera vez la mitad de la proporción sobre la percepción de los empresarios desde que se iniciaron las mediciones, consiguiendo una actitud positiva en el 53% de los encuestados, con un aumento del 4% respecto al período anterior".

Cabe recordar que evaluar el momento actual como favorable para invertir no significa que la inversión se concrete, ya que, en muchos casos, pese a la evaluación positiva, la pyme no cuenta con los recursos.

Entonces, es interesante relacionar este indicador con la confianza en el mediano y largo plazo: ningún empresario, aunque cuente con los recursos, invertiría en maquinaria y equipos si no viera perspectivas promisorias.

Si se analiza la evolución del Icepyme en los 2 últimos años, se observa que la confianza disminuyó en el período previo a las elecciones presidenciales, y quebró su tendencia luego del cambio de gobierno.

Sin embargo, luego de un salto de 8 puntos, se mantuvo estable y no ha mostrado variaciones significativas. "Esto podría estar demostrando un “cambio de aire” luego de las elecciones, pero también dificultades de las empresas para asimilar en el día a día aspectos positivos de la política económica del nuevo gobierno", destacaron desde el centro de estudios local.

El Icepyme es un índice de confianza que mide el humor empresarial, variable que condiciona las decisiones de producción e inversión a corto y mediano plazo en las pymes industriales.

Cada empresario es consultado respecto de su sensación sobre su empresa (y la rentabilidad), su sector de actividad y el país. Para cada una de estas dimensiones, se le solicita al empresario que compare el presente con la situación respecto a un año atrás (condiciones actuales), y con su estimación respecto a la situación dentro de un año (expectativas futuras).

Indicador nacional

La producción industrial tuvo en abril un aumento interanual del 2 por ciento, aunque cayó 1,8 por ciento en el primer cuatrimestre informó el Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.

"La industria manufacturera dio señales de recuperación en el comienzo del segundo trimestre de 2017", destacó la consultora, que agregó al respecto que "los datos desestacionalizados acumulan dos meses sin datos negativos tras los magros resultados obtenidos en el primer bimestre del corriente año".

Según Ferreres, abril se destacó por una consolidación de la rama de metálicas básicas y minerales no metálicos, confirmando los datos observados en el mes previo.

"A su vez, cabe destacar un aumento en los alimentos, impulsado por la producción de aceites en época de cosecha de distintos granos", indicó.

Como contraposición, el segmento de maquinaria y equipos "aún no logra salir del terreno negativo arrastrado por automotores y productos de línea blanca y en segundo lugar se destaca la caída del tabaco, que continúa siendo la rama más afectada".

"Si bien preveíamos estos datos positivos, consideramos que la industria manufacturera no será la impulsora del crecimiento de la actividad en el 2017, tanto por la mala performance de Brasil como por un retraso en el consumo", advirtió Ferreres en su informe.

En el sector Maquinarias y equipos, se volvió a mostrar una baja para el cuarto mes del año y acumula tres meses consecutivos de caída, con un resultado negativo total de 0,5 por ciento.

"Esto continúa siendo consecuencia de una baja en la producción de línea blanca y del sector automotor, que mostró su tercera baja en el año y alcanza una variación acumulada negativa de 9,8 por ciento", destacó.

El segmento de Metálicas básicas reflejó una variación de 9,4% interanual y acumula una suba de 2,4% en lo que va del año, impulsado por la producción de hierro primario (65,9%) y de acero crudo (15,1%), por la mejora en los datos de la construcción.

Ferreres señaló que "el rubro textil aún no logra consolidarse", ya que "tras un resultado interanual positivo presentado en marzo, volvió a arrojar datos negativos del orden de -1 por ciento y revierte de esta manera, la suba obtenida", mostrando un resultado acumulado de -0,6 por ciento.

Por último, en Minerales no metálicos se consolidan los resultados positivos, con un aumento de 8,4% interanual en abril, con lo que el acumulado anual alcanza una variación de 5,5%.