Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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No se puede volver al pasado

No hay manera de volver al pasado. El mismísimo Albert Einstein, al formular su revolucionaria Teoría de la Relatividad, lo negó. Ni las teorías físicas más avanzadas creen viable la posibilidad de manejarse en otras “dimensiones” que permitan regresar al pasado o, lo que es más inverosímil, viajar al futuro. La vida está hecha de presente, de un presente efímero que rápidamente se disuelve.

Las recientes elecciones primarias realizadas en el país plantearon las elecciones en terminos extremos -como es práctica hacerlo por estas tierras-, en una suerte de polarización en cuanto a lecturas de las consecuencias de elegir uno u otro candidato. Uno, Esteban Bullrich, era apostar al cambio, al futuro. Otro, Cristina Fernández, era volver al pasado.

La paridad de votos obtenidos deja en claro que la lectura sobre una y otra situación es muy repartida, acaso porque en rigor lo que interesa a muchos es que haya gente capacitada para dar respuestas a los problemas que atraviesa el país hoy, en su día a día, en su paso cotidiano.

Bahía Blanca se inclinó, en su mayoría, por respaldar el trabajo de la actual administración, un aval que no es menor y que el propio intendente municipal, Héctor Gay, reconoció que resultaba muy importante para su trabajo. “Para quienes tomamos decisiones todos los días, es muy bueno saber que la gente nos apoya”, indicó.

Han pasado las cuestionadas PASO, que pese a ser una suerte de internas abiertas que sirven para definir candidaturas adquieren un rango de megaencuesta que se festeja como si realmente los cargos estuviesen resueltos.

Los argentinos han vuelto a votar, han respondido a la convocatoria, han manifestado su pensamiento, han consolidado su calidad de pueblo soberano, el que finalmente decide quién y cuándo. La democracia, en su nuevo camino de 34 años sigue creciendo y madurando, en un país que todavía necesita madurar y creer.

No se puede volver al pasado. Pero se aprende del pasado, se crece a partir del pasado. Hay que saber mirar el presente, interpretarlo, entenderlo.

Hay que hacer las cosas para tener la mayor certeza posible de estar eligiendo el mejor de los futuros posibles.

Si hay malos políticos, que se corran. Los buenos necesitan espacio.