Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Inversión: la variable clave para que el país crezca más

Según la Universidad de Belgrano, hace falta llevar la acumulación de capital al 25% del PBI.
Víctor Beker.

La Argentina necesita inversiones por 110.000 millones de dólares anuales para iniciar un proceso de crecimiento sostenido, según se estimó un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.

El director del CENE, Víctor Beker, señaló que “la experiencia de los países emergentes indica que se requiere de un coeficiente de inversión del 25 por ciento del PIB para lograr una tasa de crecimiento sostenido del 7 %”.

“La Argentina está lejos de ese nivel. Un primer objetivo debería consistir en alcanzar un volumen de inversión del 20 por ciento del PIB, similar al promedio latinoamericano. Ello implicaría unos 110.000 millones de dólares anuales, lo cual equivale a un incremento de 27.500 millones de dólares respecto del nivel actual”, precisó.

El reporte puntualizó que la inversión bruta fija en la Argentina representa “tan sólo un 15 por ciento del PIB medido a precios corrientes, según los datos del INDEC para el primer trimestre de 2017”.

En ese sentido, destacó que es “uno de los menores de América Latina” y detalló que en Colombia llegó a 25,4 por ciento; en México, a 23,2 por ciento; en Chile, a 21,6 por ciento; en Uruguay, a 19,2 por ciento, y en Brasil, a 17,4 por ciento.

Beker explicó que la tasa de inversión es tan baja en la Argentina “porque una parte significativa del ahorro interno se realiza en divisas y se guardan en el colchón o se giran al exterior, no canalizándose hacia la inversión”.

Por eso, el analista sostuvo que “la Argentina depende de la inversión externa para aumentar la formación de capital”.

“El hecho de que la capacidad instalada actual de la industria esté utilizada en sólo el 65,8 por ciento da un cierto margen para una recuperación inicial no atada necesariamente a una mayor inversión”, señaló.

Sin embargo, Beker aseguró que “un proceso de crecimiento requiere de un nivel de inversión muy superior al actual; más aún, cuando parte de su exiguo volumen no va dirigido a la inversión productiva sino que toma la forma de la construcción residencial”.

Sin shocks a la vista

En tanto, a principios de esta semana, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó que el Gobierno “no tiene previsto shocks” en la economía para después de las elecciones legislativas de octubre e insistió que el camino que seguirán adoptando es el del “gradualismo”.

“Ya hemos planteado el camino que tenemos planeado para los próximos años con mucha transparencia, no tiene previsto shocks, lo que tiene previsto es bajar el déficit fiscal de a un punto por año; lograr ir estabilizando la inflación hacia un dígito, en 2019; lograr crecer este año, que es algo que ya está ocurriendo, y bajar los impuestos de forma progresiva”, resaltó.

El funcionario también destacó que “es la primera vez desde 1915 que la economía argentina va a crecer, va a bajar la inflación, va a bajar el déficit, van a bajar los impuestos y va a bajar el gasto público, todo en el mismo año” y valoró que “esto habla de una transformación muy profunda”.

Consultado sobre si el Gobierno aplicará un shock en la economía tras los comicios parlamentarios, respondió que “el gradualismo es el único camino sustentable, social, política y económicamente para la Argentina”.

El funcionario, además, indicó que “muchos argentinos han pasado dificultades en este año y medio porque sabemos que decir la verdad y sincerar muchas mentiras de muchos años de este país no es fácil”.

No obstante, remarcó que “el gradualismo no es más de lo mismo, no es un shock y un ajuste de un día para el otro, justamente, es un camino sustentable pero claro de hacia dónde vamos”.

Los proyectos

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ya adelantó que después de las elecciones se dará a conocer un proyecto de reforma impositiva, que pasará a consideración del Congreso, aunque por el momento se desconoce el alcance de las modificaciones.

Al respecto, su par de Agroindustria, Ricardo Buryaile, advirtió que las reformas no serán drásticas en atención al elevado gasto social que el Gobierno pretende conservar.