Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Basura: las dificultades para lograr la separación en origen

La secretaria de Medio Ambiente, Adriana Chanampa, dijo que mejorar el tratamiento de los residuos también depende de un cambio cultural.
Bahía Blanca produce unas 600 toneladas diarias de residuos, explicó la secretaria municipal Adriana Chanampa.

Cecilia Corradetti

ccorradetti@lanueva.com

El adecuado tratamiento de las 600 toneladas diarias de residuos que se generan en la ciudad continúa como una de las principales materias pendientes de la Secretaría de Gestión Ambiental, a cargo de Adriana Chanampa.

Si bien en agosto del año pasado se puso en valor la Ecoplanta de General Daniel Cerri, un baluarte de la separación en origen, “aún resta mucho por hacer”.

“En Bahía Blanca los recolectores informales sin destino o agrupados en un local precario de Chile y O'Higgins resultaban moneda corriente. Hoy se encuentran formalizados dentro de la Ecoplanta”, sostuvo.

--Tantos años de lucha y todavía no se ha logrado separar la basura en origen.

--Vamos hacia ese rumbo. Cuando iniciamos la gestión, la Ecoplanta era una caja vacía, sin estructura ni mano de obra. Ponerla en valor costó, no solo a nivel presupuestario sino para formalizarla. Además, hay una cuestión cultural, individual, que aún debe sortearse.

--¿Cómo debe actuar una familia que pretende reciclar sus desechos?

--Dejando que lo orgánico se lo lleven los recolectores y destinar vidrios, cartones, papeles, aluminio, plástico, etcétera, a los puntos sustentables que hemos colocado en toda la ciudad y que tienen como destino la Ecoplanta.

--Es decir, que hoy todo va rumbo al relleno sanitario.

--Sí, salvo que el vecino decida destinarlo a los puntos mencionados.

--¿Qué capacidad operativa posee la Ecoplanta?

--Un total de 70 toneladas por día. Pretendemos seguir incorporando barrios a la separación en origen, pero debemos tener en cuenta hasta cuánto puede recibir la planta. Es un proceso que tiene sus tiempos. Lo bueno, por ejemplo, es que las máquinas son nuevas.

--¿Llegará pronto el día en que Bahía Blanca separe la basura en los domicilios?

--Sí, está dentro de la agenda de trabajo y debe acompañar el vecino. Aún tenemos mucho packaging que genera basura innecesaria y debemos preguntarnos por qué. Hay que aprender a recuperar más, es una cuestión de actitud. No podemos adelantar una fecha, ojalá algún día lleguemos a ser una ciudad con “basura cero” y sin basureros clandestinos. El proceso del tratamiento de residuos tiene que terminar en recurso, no en basura.

--¿Qué se pretende para el relleno sanitario?

--Estamos en un proceso de armado de licitación para que la próxima etapa sea superadora y no enterrar tantos desechos. Nuestra intención es un pliego que tenga exigencias. Anhelamos un relleno controlado, algo que, sabemos, representa toda una obra de ingeniería.

--¿Los bahienses corremos riesgo ambiental por vivir cerca del polo petroquímico?

--En una ciudad globalizada el equilibro y desarrollo sostenible se da cuando conviven industria y urbe. La meta que estamos cumpliendo es tener estrictamente controladas a las industrias. Nuestras estadísticas registran hasta el triple de infracciones con relación a otros años. Los monitoreos son más exhaustivos y los equipos más sensibles. Puntualmente, el Comité Técnico Ejecutivo (CTE) tiene un gran nivel de profesionalismo. Muchas ciudades del país quieren replicarlo, es casi único, posee un área que recibe online las mediciones de los sensores de monitoreo.

--¿Las señales de alarma se reciben en el momento?

--Al segundo. Esto hace que estemos de inmediato en el lugar donde se genera el inconveniente. Además, trabajamos junto con el Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS). De hecho, las oficinas están juntas y la comunicación entre ambos equipos es permanente.