Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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“Por más que vayan presos, a mí no me sirve de nada”

Lo dijo Alejandro Ortiz, a 2 años del choque, en Punta Alta, en el que murieron su hija y otro joven.
El padre de Katherine, durante una de las marchas que realizaron por las calles de Punta Alta exigiendo justicia.

Claudio Rodríguez Kiser

crodriguez@lanueva.com

“Tengo la esperanza firme de que algún día Dios me la va a devolver sana y salva y voy a estar de nuevo con ella. Cada día la extraño más”. La ausencia de su hija Katherine le duele cada vez más a Alejandro Ortiz.

Ayer se cumplieron dos años del choque registrado la madrugada del 19 de mayo de 2015, en la esquina puntaltense de Rivadavia y Espora, cuando un patrullero embistió la moto en que viajaba la chica y Matías Müller.

Ambos tenían 21 años y trabajaban en una heladería de la vecina ciudad. El joven se ofreció a llevarla hasta su casa. En el camino, un móvil de la Estación de Policía Comunal de Coronel Rosales, que presuntamente concurría a una emergencia y era ocupado por los sargentos José Luis Morales y Solange Angulo, los colisionó y perdieron la vida como consecuencia de las graves heridas sufridas.

“Hasta ahora está todo igual, lo único que cambió es que a Morales lo desafectaron de la fuerza. Cuando hace algunos meses me junté con la gobernadora María Eugenia Vidal y Guillermo Berra, director general de Asuntos Internos, me dijo que lo iban a exonerar a él y a otros efectivos más, entre los que estaban también Angulo”, refirió Ortiz.

El hombre, que está radicado en Mar del Plata, dijo que “hubiese sido un accidente si cuando ocurrió hubieran parado y llamado por teléfono, y me habrían pedido perdón y contado qué paso. Pero ellos se confabularon con todos los que vinieron detrás, porque evidentemente había algo que esconder. Se taparon todas las pruebas y cambiaron la camioneta. Está bien lo que dicen los testigos”.

Explicó que la causa, por homicidio culposo y en la que se encuentra imputado Morales, fue elevada a juicio y resta determinar la fecha del debate.

“Creemos que dentro de poco se sabrá cuándo lo realizarán. De todas maneras, no será solamente contra él, sino contra todos los que estuvieron ahí”, expresó.

Del mismo modo, consideró que la tragedia fue aprovechada por el poder político y que aquellos que se acercaron para prometerle ayuda no cumplieron.

Sostuvo que “lucraron con el dolor” de dos familias que quedaron destruidas.

Para Ortíz, su hija “estaba en un lugar, en un momento y en una hora que no debería haber estado, donde iban dos irresponsables en un móvil policial, sin luces y sin frenos”.

“Morales lo dijo en su declaración y también las pericias. No obstante es todo en base a una mentira, porque la camioneta que ellos dicen que los atropelló es una Ford Ranger, que no es la del choque”.

“Después de un año, burlándose de las familias, esa persona que sigue encubriendo a otros policías, dijo que la camioneta no tenía frenos, que no tenía registro y aún así seguía conduciendo. Es una cargada total, o quiere hacer culpable a alguien, o está amenazado por otros”, agregó.

“Acá no pasó nada. Atropellaron a dos paquetes, dos bolsas… no sé cómo tomarlo. Por más que vayan presos, que les den cadena perpetua o los maten, a mí no me sirve de nada. No me van a devolver a mi hija ni a Matías a la otra familia. Si es una justicia la que está a cargo de todo esto, tendría que hacer algo, y acá no se hace justicia”, opinó Ortíz.

Al mismo tiempo, comentó que "con la familia de Matías seguimos en contacto, hablamos siempre”.

“Cómo podría no hacerlo si ellos comparten el mismo dolor. Él no tuvo la culpa de ser gentil y querer llevar a mi hija después de trabajar”, finalizó.