Dolor, tensión y expectativa: unasemana muy especial en Tribunales

Redacción de La Nueva.

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Gerardo Monforte

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Una condena ejemplar, como reza la leyenda en las remeras del público que presenció el juicio a Jonathan Luna (28), espera la familia de Micaela Ortega (12), tras finalizar ayer el debate en el que el Tribunal en lo Criminal Nº 2 analizó la conducta del acusado del crimen.

Los vaivenes emocionales se vivieron a pleno durante los cinco días de audiencias que tuvieron lugar en el quinto piso del Palacio de Justicia, siempre a sala llena.

Los jueces Claudia Fortunatti, María Elena Baquedano y Eugenio Casas darán a conocer su veredicto el próximo jueves.

Luna afronta cargos por homicidio calificado y podría recibir la pena de prisión perpetua. Al ser reincidente, puede que nunca recupere su libertad.

Todo lo que pasó en el juicio, en este resumen:

Día 1: dolor de madre

El lunes, Mónica Cid, la mamá de la menor, debió revivir el calvario. Ante el tribunal contó cómo fue el último contacto con su hija.

“Ella quería tener novio y por eso discutíamos mucho. Me enteré de que estaba saliendo con un chico por anotaciones que decían 'Axel, te amo, sos mi vida'”, dijo.

“El viernes a la noche (22 de abril de 2016, horas antes de la desaparición) me dijo 'te amo' y se fue a dormir. Esas fueron sus últimas palabras hacia mí”.

“A la mañana siguiente abrí la puerta de su cuarto, ella dormía y me fui a trabajar. Más tarde, mi mamá me avisó que Mica no estaba”.

Agregó que su hija puso un muñeco abajo de las sábanas para simular su presencia y dejó una carta.

“Decía que era mala hija, que nos amaba y extrañaba, que había empezado a fumar porro y que no la buscáramos”, concluyó.

Claudio Ortega, el padre, sostuvo que su hija se “hacía respetar y valorar; por eso quizá le pasó esto”.

Día 2: abrazo del perdón

La mayor carga emotiva del martes se dio antes del debate, en los pasillos. Mónica se encontró con María Eliana Espinoza, exconcubina de Luna y testigo clave.

Espinoza le pidió perdón por no haber denunciado a tiempo a su expareja.

“Como madre me podría haber evitado tanto sufrimiento, pero tomo su perdón porque todos nos equivocamos”, respondió Cid antes del abrazo.

Frente a los jueces, Espinoza admitió su sospecha que Luna “usaba varias cuentas de Facebook y tenía 'amigos' de entre 13 y 16 años. Me dijo que le había robado un teléfono a una piba”.

“Después lo vi en televisión, caminando con la nena. Él tenía un rasguño en la nariz y le pregunté qué le había hecho: me respondió 'nada, se fue con otro'”.

“Estaba con la ropa mojada y unos días después la quemó. Yo sabía que buscaban a Micaela, pero no lo denuncié porque me amenazó”, finalizó.

Daiana Romero, amiga de Luna, afirmó que él le dijo que “a Micaela le pasó eso porque era una 'puta' y no quiso tener relaciones”.

Día 3: “Es imputable”

El psiquiatra Enrique Grimi concluyó que el acusado tiene “habilidades psicolegales para afrontar un proceso penal y es imputable. No sufre trastorno mental, pero sí conductas disfuncionales socialmente. Hay alta probabilidad de que cometa un acto criminal y presenta una conducta antisocial de desprecio, manipulación, mentiras e impulsividad. Comprende sus actos y dirige sus acciones”, dijo.

El médico forense Daniel Costantini confirmó que la muerte se produjo entre 25 y 35 días antes del hallazgo. Coincide con la desaparición.

Otros peritos marcaron las características antisociales de Luna, el estado de vulnerabildidad de la menor y la hipótesis del abuso sexual como la suposición de móvil más fuerte.

Día 4: mecánica repetida

Tres chicas de 14, 15 y 16 años, contactos de Luna en Facebook, declararon que lo reconocieron al ver su foto en televisión.

“Tenía 105 nenas de contactos. Me escribía 'hola, hermosa; estás partible'. Cuando vi su foto le dije a mi mamá 'este chico me habló hoy a mediodía' (por el sábado 23 de abril de 2016, cuando Micaela desapareció)”, expresó la joven de 14.

La de 15 dijo que la “invitó a salir varias veces”, pero no aceptó y a la más grande la invitó a una plaza de White y le preguntó si había tenido relaciones sexuales”.

Día 5: pedido de máxima

El fiscal Rodolfo de Lucia y la abogada Fernanda Petersen -de los padres de Micaela- pidieron para Luna la prisión perpetua por “homicidio calificado por haberse cometido con alevosía, para procurar la impunidad y mediando violencia de género, grooming y robo”.

El defensor oficial Sebastián Cuevas no cuestionó la autoría pero sí la calificación legal. Opinó que fue homicidio en ocasión de robo y pidió veinte años de cárcel para Luna.