Toda la actualidad del mundo de las placas madre en este informe

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

RedUsers

El mundo de los motherboards vive un inusitado clima de cambios, que se contrapone con la creencia común que afirma que ya nada interesante ocurre con las computadoras de escritorio.

Muy al contrario, durante los últimos dos años hemos presenciado una renovación frenética en el ámbito de la tecnología PC. La mayor parte de los cambios pasan por interfaces de conexión (buses y puertos) cada vez más veloces, que permiten transferir de un sitio a otro una gran cantidad de datos en menor tiempo.

El hub total

Un ejemplo de esto lo tenemos en el puerto USB, que estuvo estancado durante mucho tiempo en su versión 2.0, con una velocidad máxima teórica de 480 Mbps (que en realidad nunca superó el 50% de esa velocidad).

Tras mucha espera apareció el estándar USB 3.0, con la vertiginosa velocidad de 5 Gbps. Y antes de que muchos tengamos en nuestro haber algún dispositivo 3.0, ya está en el mercado la versión 3.1, con velocidad de 10 Gbps.

Este tipo de novedad hace que los fabricantes de motherboard renueven de manera constante su oferta de productos.

El chipset

Es un conjunto de chips diseñados especialmente para controlar el flujo de datos entre los distintos componentes del motherboard. Así, el chipset viene a ser el corazón de la placa madre y determina sus capacidades.

Se suele decir que las placas madre se construyen “alrededor del chipset”.

Suele ser un conjunto de chips soldados al motherboard. Sin embargo, no es extraño ver que algunos chipsets estén conformados por un único elemento que concentra diversas funciones. En este caso, se dice que es un “chipset monolítico”. Un buen ejemplo es el reciente Intel X99 Express para procesadores con socket LGA 2011-3.

Más allá de la tendencia actual hacia los chipsets monolíticos, conviene considerar la estructura clásica del chipset, compuesta de dos elementos principales (que hoy se utiliza en la plataformas AMD AM3 y AM3+).

En primer lugar se encuentra el “puente norte” o “northbridge”, que interconecta los componentes más críticos para la capacidad de procesamiento de la computadora: procesador, la memoria RAM y la placa de video.

USB 3.1

El primer USB fue diseñado para permitir la conexión en cadena de hasta 127 dispositivos. Esto era genial en el papel, pero el nivel de energía proporcionado por la interfaz era tan bajo que apenas alcanzaba para uno. Hoy en día, las más modernas versiones de USB nos permiten cargar nuestros dispositivos móviles.

La mayor novedad en el mundo del USB la encontramos en la reciente versión 3.1, que recién comienza a aparecer en los motherboards. USB 3.1 permite una velocidad de transferencia máxima de 10 Gbps (el doble que la versión 3.0), lo que es sencillamente genial.

Pero lo mejor de la nueva versión de USB no es su velocidad de transferencia, sino la capacidad de entregar hasta 100 Watts de energía. Esto serviría no sólo para cargar nuestros móviles muy rápidamente, sino que permitiría la creación de notebooks sin cargadores propietarios, que se alimenten de cualquier puerto USB 3.1 disponible. Sin dudas, eso sería un cambio formidable y una gran mejora para las portátiles.

Factores de forma

En la actualidad hay motherboards de todos los tamaños y para todos los proyectos inventivos de PC.

El factor de forma base y estándar para el mundo de los entusiastas del hardware sigue siendo, sin duda, el ATX (30,5 x 24,4 cm). Sin embargo, en los motherboards de alta gama se está haciendo común el Extended ATX, que tiene medidas ampliadas a 30,5 x 33 cm. Se usa cuando se quiere tener un buen espacio entre los slots PCI Express en motherboards preparados para SLI y CrossFire.