Pensar en infraestructura, la clave para que Chile elija nuestras costas
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Hernán Guercio
hguercio@lanueva.com
El ambicioso proyecto de abrir las puertas de la región al turismo chileno -presentado esta semana en Bahía Blanca-, fue recibido con los brazos abiertos por funcionarios y empresarios del sector, e incluso referentes del país trasandino.
Las expectativas que despierta la iniciativa son muchas, pero todos los actores coinciden en un punto: su viabilidad dependerá, en gran medida, de las mejoras que se logren en materia de transporte aéreo, vías de comunicación terrestre y servicios turísticos de alto nivel.
“Tenemos que seguir trabajado muy fuerte en obras de infraestructura que permitan elevar la calidad de logística de la región. Hay que trabajar para que el turista chileno pueda bajar en el aeropuerto de Bahía Blanca y desde allí llegar en autopista hasta Monte Hermoso, y no que tenga que hacerlo por la ruta 3 con la que hoy contamos”, enfatizó el diputado oficialista Santiago Nardelli, uno de los impulsores de la iniciativa.
Un aspecto clave del proyecto es generar un corredor aéreo entre Bahía Blanca y Concepción (Chile) que pueda explotar Aerolíneas Argentinas o bien alguna empresa aérea que gestione rutas low-cost.
De esta idea surge la inmediata necesidad de ampliar la capacidad del aeropuerto bahiense, que ya está en los planes del municipio y el concesionario.
"Más allá de la inversión inmobiliaria y de servicios, hay que trabajar más fuertemente en el mantenimiento y la mejora del aeropuerto bahiense", se sumó el intendente de Monte Hermoso, Marcos Fernández.
“Esta tiene que ser una propuesta y un desafío para todos nosotros, para trabajar en forma conjunta. Es un aspecto clave para pasar de ser un balneario regional a tener un fuerte impacto nacional”, agregó.
640 millones de dólares
La idea es clara: en los próximos meses, iniciar una fuerte promoción en Chile de la costa del sudoeste bonaerense, con foco principal en Monte Hermoso, Pehuen Co y Claromecó.
La elección de Chile no es casual. Según la Cámara Argentina de Turismo (CAT), por año llegan al país más de 1,6 millones de turistas chilenos. El número en sí es importante, pero hay otro tan o más atractivo: incurren en un gasto promedio de 400 dólares por persona, lo que arroja un total de 640 millones de dólares anuales.
Las estadísticas muestran además que se quedan un promedio de 6 días en el país, y que casi el 50% se aloja en hoteles de 4 y 5 estrellas. Es decir, demandan servicios de buen nivel.
Por ello el proyecto contempla integrar paulatinamente a los otros distritos de la zona, teniendo a Bahía Blanca como cabeza, y con “una estandarización de oferta paulatina y tutorial”: en pocas palabras, que nadie se quede afuera, siempre y cuando el repunte de los servicios se dé en forma constante y sostenida.
Para llegar a este objetivo, aseguran los responsable del proyecto, "dinero habrá". Para los privados -puntualizan- esa necesaria adecuación turístico-económica vendrá de la mano de líneas crediticias especiales del Banco Provincia y del Consejo Federal de Inversiones.
“Está todo para hacer y eso es una ventaja. El frente costero es todo explotable, y con eso podemos salir a buscar inversores”, dijo a La Nueva. el jefe comunal de Coronel Rosales, Mariano Uset, quien ve en este proyecto una gran oportunidad para Pehuen Co.
Diferencia
El propio cónsul de Chile en Bahía Blanca, Bruno Aguirre, aclaró que la diferencia de temperatura entre las frías aguas que bañan las costas chilenas y las cálidas de nuestra zona es un aspecto a tener en cuenta, pero no puede ser considerado como decisivo..
“Si solo se promociona la playa, creo que no se estaría haciendo un buen trabajo. Hay que pensar esta propuesta con otro tipo de atractivos y objetivos, que también sean un gancho para el turista chileno”, explicó el funcionario.