Tel Aviv: una torre blanca para una ciudad de líneas modernas
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Mario Minervino
mminervino@lanueva.com
Asus 83 años de edad el arquitecto norteamericano Richard Meier, poco menos que una leyenda de la arquitectura, ha terminado su primera obra en Tel Aviv, Israel: una torre residencial, en la cual se destaca el blanco y el vidrio.
El encuentro entre Meier y Tel Aviv no es uno más. Es la relación entre el arquitecto de las casas blancas (Meier) y la ciudad blanca.
Meier es uno de los grandes nombres de la arquitectura moderna, continuador de ese lenguaje incluso en tiempos en que el mismo fue defenestrado.
Sus edificios blancos --al que considera el color por excelencia-- son un clásico de su carrera, una obra que supo mantener a despecho de nuevas propuestas, modas y tendencias. Meier mantiene la claridad de líneas, la armonía, la transparencia.
Tel Aviv, ciudad blanca
La ciudad israelí cuenta con cerca de 4.000 construcciones resueltas de acuerdo a los principios del movimiento moderno.
Tel Aviv es la ciudad con mayor número de construcciones de estilo Bauhaus del mundo. Esta situación llevó a que en 2003 la Unesco la declarara “Ciudad Blanca” como Patrimonio de la Humanidad.
La relación entre la Bauhaus y Tel Aviv se remonta a los años 30, cuando un grupo de arquitectos huyó de Alemania ante el ascenso de los nazis. En el lugar implantó un plan de urbanismo adecuado a un clima desértico y mediterráneo. Las construcciones se idearon a partir de colores claros, ventanas retiradas y el despegue del suelo a partir de pilares.
La filosofía de la Bauhaus se ajustó al ideario de un nuevo estado, de “edificios sin pasado, hacia un nuevo futuro”.
A pesar de que muchos de los 4.000 edificios se encuentran en regular estado, la ciudad ha entendido la importancia de los mismos y ha puesto en marcha un plan de mejora. Se espera que en los próximos años se restauren alrededor de 1.500.
La obra de Meier
La torre diseñada por Meier se ubica en el corazón de esta Ciudad Blanca, con un diseño basado en la funcionalidad y la economía. Enmarcando las vistas del mar y la ciudad, está elevada sobre un basamento revestido con vidrio y presenta grandes terrazas en los apartamentos superiores.
En las fachadas se combina una doble piel de vidrio con lamas que ventilan y protegen. Las plantas tipo de viviendas cuentan con dos o cuatro apartamentos. El edificio, de 37 pisos, es de uso comercial, oficinas y servicios. La iluminación, la vista al mar y la relación con su entorno definieron su implementación. Meier y Tel Aviv, en natural comunión.