Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Final incierto en las elecciones francesas

Escribe Emilio J. Cárdenas
Final incierto en las elecciones francesas. Notas y comentarios. La Nueva. Bahía Blanca

Cuando solamente falta un día para la primera vuelta de la elección presidencial francesa que está en curso, las encuestas y los sondeos de opinión están arrojando resultados que lucen increíblemente parejos. Y abren un gran abanico de posibilidades distintas.

Para la primera vuelta, las lideran la nacionalista y populista Marine Le Pen y el candidato de centro-izquierda, de 39 años, Emmanuel Macron. Cada uno de ellos con el 22% de las preferencias. Seguidos muy de cerca, es cierto, por el candidato izquierdista, Jean-Luc Mélechon, y por el centrista Francois Fillon, con el 20% y el 19% de las intenciones de voto, respectivamente.

Ese grupo, por compacto, es ciertamente inédito. No tiene ciertamente precedentes en el pasado medio siglo, al menos. Excepción hecha de las elecciones de 2002. Y está lleno de alternativas y de posibles hendijas por las que, de pronto, podrían hasta eventualmente colarse resultados impredecibles.

Ocurre que los cuatro candidatos antes nombrados tienen -todos- posibilidades reales de confrontar entre sí en la segunda vuelta. La indecisión política de los franceses está a la vista. Como panorama es bien peligroso. No sólo para el futuro de Francia, sino también para el porvenir de la Vieja Europa, cuya integración acaba de cumplir 60 años.

Para complicar aún más las previsiones, tan sólo el 66% de los entrevistados y encuestados asegura que irá efectivamente a votar. El resto, en cambio, no sabe aún lo que hará. Puede que voten, pero también puede que no lo hagan.

Por todo esto, muchos asignan a la elección francesa una suerte de carácter de referendo sobre cuál puede ahora ser el futuro de la integración europea, ya debilitada por la decisión británica de marcharse de la Unión Europea por el camino que recién se comienza a transitar lentamente. El del llamado “Brexit”.

Rusia, cada vez más activa en el escenario externo, apoya discretamente a Marine Le Pen y castiga todo lo que puede, con comentarios de prensa particularmente ácidos, a quien aparece como su rival más probable: Emmanuel Macron. Entre ellos las diferencias incluyen una opción: Francia sola o con y dentro de Europa.

Los franceses de alguna manera ya rechazaron, en el 2005, a Europa, cuando entonces se les preguntó si aprobaban, o no, el proyecto de Constitución europea y el 55% de ellos se pronunciaron por la negativa. Pero la sensación es que hoy se han “europeizado” bastante más. Pronto lo sabremos, seguramente.

Persecución a cristianos en Egipto

Mientras tanto, la Pascua que acabamos de pasar tuvo un sabor realmente amargo para algunos. Porque en Egipto se consumaron dos atentados contra los cristianos coptos que dejaron un verdadero tendal de víctimas fatales. Ellos forman parte de una constante persecución contra ellos, pese a que componen el 10% de la población total del país del Nilo. Pero lo cierto es que los cristianos son objeto de persecución en muchos otros rincones del mundo. Concretamente se los persigue por su fe en. Corea del Norte, Somalía (en el Cuerno de África), Aganistán, Pakistán, Sudán, Siria, Irak, Yemen y Eritrea. Fundamentalmente en Medio Oriente y por parte de fanáticos musulmanes, según queda visto. Esa es la verdad, desgraciadamente.

Egipto solo está 21° en ese feo “ranking” de cobardes perseguidores. Las cifras sugieren que nada menos que uno de cada doce cristianos es perseguido. Y que, en total, los cristianos perseguidos suman unos 215 millones de almas. Lo que es una verdadera barbaridad. Cada año unos 90.000 cristianos son asesinados por quienes no los toleran y los odian.

Otra cifra poco difundida, que marca, con martirios, la extrema dureza de la persecución religiosa.

En nuestra región hay dos países en los que existen persecuciones contra los cristianos: México y Venezuela. Una pena, por cierto, para un continente que se proclama cristiano y que, en rigor, lo es.

En el último año se destruyeron o incendiaron unas 1.329 iglesias cristianas, todo a lo largo y ancho del mundo. Más de 600 en Pakistán. Pero también en Irán, Irak, Siria, Yemen, Libia y en el territorio de los palestinos.

En muchos países esto está drenando lentamente el número de cristianos que se anima a vivir en un clima irracional de persecución. El caso más notable respecto de este fenómeno es el de Irak, donde los cristianos que en el 2003 eran un millón quinientas mil almas, hoy son apenas unos 275.000, diezmados por las persecuciones y la emigración.

Como bien dice el Papa Francisco los cristianos del mundo no pueden silenciar este fenómeno, como si nada pasara. Por eso lo que ocurre debe ser difundido.