Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Piedad centenaria

Escribe Mario Minervino

Hce 123 años, en abril de 1894, fue inaugurada la capilla y escuela de La Piedad, donada a la congregación salesiana por Luis Antonio D’Abreu.

Nativo de Portugal, D’Abreu cumplía 50 años de vida al momento de entregar a monseñor Juan Cagliero, obispo de la Patagonia, una obra mediante la cual buscó demostrar su agradecimiento a la ciudad donde había pasado momentos trascendentes de su vida.

“Elegí ese descampado --explicaría años después-- por su proximidad al Ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste; en derredor de la estación y los talleres surgirían las viviendas de los obreros. Y era necesario pensar en sus hijos, educarlos e instalar una escuela de artes y oficios. Para que allí también se asilara a la niñez abandonada, sustrayéndola de la corrupción”.

Para aquella jornada inaugural, el pueblo de Bahía Blanca (de 9 mil habitantes) se vistió de gala.

Tres días antes llegó, para apadrinar el acto, el presidente de la Nación, doctor Luis Sáenz Peña, acompañado por su mujer y también por una prestigiosa delegación.

El día del arribo, el vecino Angel Brunel le dio la bienvenida y manifestó la voluntad de los bahienses de participar activamente en el desarrollo de una Argentina grande.

Tras el tedeum, celebrado por Cagliero en la catedral, el presidente se alojó en la casa del vicecónsul de España.

Sáenz Pena y su mujer, Cipriana, pasaron los días previos al acto recorriendo el puerto (él) y participando de las kermeses (ella).

El domingo 15, la Banda del 10º de Infantería “atronó los aires anoticiando al pueblo que era hora de marchar hacia la capilla”.

Fue una jornada histórica para una incipiente ciudad que entendía esa inauguración como una señal contundente del futuro de grandeza de Bahía Blanca.