Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Pese a todo, Macri apuesta al diálogo del día después

   El presidente Mauricio Macri le pidió esta mañana a sus ministros poner la mira en el día después del paro docente y de la marcha de protesta de la Confederación General del Trabajo, durante la reunión del gabinete nacional ampliado a las autoridades parlamentarias de Pro que se realizó en la residencia de Olivos.

   Esa apuesta al diálogo no impidió que durante la reunión se lanzaran duras críticas hacia los dirigentes sindicales de ambos sectores, tanto de docentes como de la central obrera, a las que se calificó de "extorsivas" y enmarcadas en la prédica de sectores "ultras" como Roberto Baradel y el camionero Pablo Moyano, que suponen trabas para la gobernabilidad a un gobierno que lleva apenas 15 meses en funciones.

   En ese marco el jefe de Gabinete, Marcos Peña, reiteró conceptos duros hacia la dirigencia sindical que había expresado en declaraciones formuladas ayer, cuando le reprochó a los sindicalistas docentes y al triunvirato que conduce la CGT de no haber mostrado la misma actitud de impaciencia e intolerancia cuando gobernaba Cristina Fernández.

   Fuentes oficiales que participaron del encuentro, que habitualmente se realiza en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada pero que sin explicaciones fue trasladado a Olivos, dijeron que el presidente y sus ministros hablaron no sólo de los dos días del paro nacional docente sino también de la marcha convocada por la central obrera y el posible paro nacional que sería fijado para los últimos días de marzo o primeros de abril.

   "Tenemos que mirar el día después, no quedarnos con esta fotografía, y apostar siempre al diálogo", habría sido la arenga del mandatario, según precisó uno de los voceros.

   De hecho, las fuentes anticiparon que más allá de las críticas que desde todo el macrismo se le hizo en las últimas horas a la huelga de los maestros y la concentración cegetista, el gobierno analizaría poner en marcha de inmediato al menos dos caminos de diálogo o negociación con la dirigencia sindical de la calle Azopardo.

   La intención, que quedó expresada de esa forma en el encuentro de Olivos, sería retomar las conversaciones tripartitas que se rompieron a fin de año cuando la CGT consideró que se había "roto la confianza" con las autoridades y la parte empresaria.

   Las fuentes oficiales dijeron que por instrucción del presidente, uno de esos carriles en busca de volver al diálogo sería transitado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana , habituales interlocutores de los dirigentes sindicales y no sólo del triunvirato que integran Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid.

   La siguiente vía de acción, siempre según el relato de la fuente oficial con despacho en la Casa Rosada, sería intentar "volver a las fuentes" y buscar la negociación por vía de Hugo Moyano, uno de los ex secretarios generales de la central obrera. El líder camionero mantiene una postura equidistante de la nueva conducción cegetista pero conserva un fuerte predicamento a la hora de la toma de decisiones.

   Esta segunda parte de la estrategia para apostar nuevamente al diálogo como expresaron en las últimas horas los ministros Triaca y Rogelio Frigerio incluiría también conversaciones con los llamados "gordos" sindicales, es decir los secretarios generales de los grandes gremios de servicios.

   Respecto de la huelga docente, que el gobierno en pleno criticó en las últimas horas por injustificada y enmarcada más en razones políticas que en reivindicaciones salariales, Macri reafirmo esta mañana en Olivos que el gobierno no va a cambiar su política y reafirmará la decisión según la cual las paritarias docentes se deben discutir en cada una de las provincias y no con el ministerio de Educación de la Nación.