Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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"A la gente solo le importaba que tocara, no si pisaban a uno o a otro"

Varias personas de nuestra ciudad y la región que concurrieron al show del Indio Solari en Olavarría describieron la experiencia que les tocó vivir. Señalaron los problemas para abandonar el predio y la ausencia policial.
“Es muy difícil controlar un recital para 300 mil personas”, afirmó Tomás Peralta, un bahiense que contó algunos detalles de lo sucedido.

Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com

El amor por el Indio Solari no conoce de límites. Personas de todo el país recorren muchos kilómetros y realizan todo tipo de esfuerzos para seguirlo en cada presentación.

Anteanoche la cita era en el predio “La Colmena”, en Olavarría, donde todo estaba preparado para que sea una fiesta.

Un lugar con su capacidad desbordada y algunas falencias organizativas provocaron que el desenlace no fuera el esperado.

Dos personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas.

Tan solo 24 minutos de show transcurrieron para que el propio cantante pidiera por "la gente de Defensa Civil”.

“Si siguen empujando así no vamos a terminar el show. Paren un cachito, están pisando a gente que está borracha", expresó.

La cantidad de personas, estimada en al menos 300 mil, era mucha más de la recomendada para el sitio. Y esa situación tuvo sus consecuencias.

“Estaba adelante del todo y había varios borrachos. La gente se caía al piso y otros las pisaban. Ahí el Indio paró el recital en los primeros temas. Después de eso, durante el show, no pasó nada fuera de lo común”, dijo Gerardo, un bahiense que suele “acompañar” a Solari “donde sea”.

Comentó que “en la salida se armaban unos embudos terribles, con empujones y demás, aunque hasta ahí parecía que no era nada fuera de lo normal en este tipo de recitales”.

De todas maneras, admitió que “antes de que arranque se sentía que estaba todo muy desbordado. La pelota de gente se hizo enorme. El control de seguridad estaba desbordado. Por ejemplo, a mí ni siquiera me cortaron la entrada”.

“Las desconcentraciones son siempre complicadas, aunque a mí me había costado salir más de Tandil”, cerró.

Tomás Peralta, quien también llegó desde nuestra ciudad en un auto que alquilaron con cuatro amigos, contó que "estaba a dos metros de mucha gente que cayó. Fue el único momento en el que de verdad tuve miedo".

"Me dije `o los piso o caigo´”, agregó.

Al igual que otros asistentes, comentó los problemas al momento de salir y notó la ausencia de personal policial.

“Es muy difícil controlar un recital para 300.000 personas. Y cuando salíamos no había policías ni nadie que te indique por dónde salir o solucionar algún inconveniente que pudieras tener”.

Silvana Dupré (36) viajó desde Pedro Luro junto a una amiga. Fue su primera vez en un show del Indio Solari.

“Cuando supe que estaba el recital no lo dudé. Es un master intensivo en pogo. Salimos el sábado y dejamos el auto a 4 o 5 cuadras de la terminal. Estábamos cerca de la torre 13, que era la tercera fila. Cerca de las pantallas gigantes”, contó.

Sobre los incidentes, describió que Solari “paraba el recital, retaba a la gente y les recordaba cómo debían actuar, no hacer avalanchas y demás cosas. Sobre el final también pidió que sacaran las banderas”.

La mujer, que es docente de Lengua, expresó que “en el acceso éramos como hormiguitas, tratando de no empujarnos, aunque a la salida fue más complicado, porque el que estaba `detonado´ iba haciendo lío. Observé a familias con sus hijos, y eso me sorprendió mucho”.

Consideró luego que “si no hubiera habido muertes, todo lo otro no habría sido relevante. Fue un buen recital. Nos quedamos hasta el final y por suerte salimos rápido, porque estábamos atrás. En algunos lugares faltaba luz. Cuando comenzaban los incidentes nos abrazábamos con mi amiga para no separarnos”.

Dupré manifestó que “a la gente solo le importaba que tocara el Indio, no si pisaba a uno o a otro. No había mucha solidaridad. Además, en todo el recital observé una sola bengala, aunque los fuegos artificiales me daban miedo, porque no tenías lugar para moverte si te caían encima”.

Una situación caótica
“El lugar verdaderamente colapsó y no se podía estar"

Cynthia sigue al Indio y formó parte de un nutrido grupo de personas que llegaron a Olavarría desde Coronel Pringles.

“La avalancha fue adelante del todo y el Indio paró el recital después del tercer tema. Pidió la asistencia de Defensa Civil y que la gente se corriera para atrás, porque pisaban a lo caídos. Cuando reanudó el show, después de cada tema que tocaba se hacía un espacio de varios minutos, lo que nos hacía sospechar que algo pasaba”, explicó la chica, quien viajó junto a su hermana Romina.

Comentó que ayer a la mañana se enteró del fallecimiento de las dos personas y que durante el recital observó poco personal de seguridad y nula presencia policial.

“Había mucha gente más que en anteriores recitales, y el predio era mucho más chico que el hipódromo de Tandil o el autódromo de Mendoza, por ejemplo”.

“Sabemos que esas cosas pueden suceder y más estando cerca del escenario. Siempre pasan cosas así, incluso en recitales donde va mucho menos gente”, finalizó diciendo.María Victoria Ayala viajó desde Monte Hermoso junto a un grupo de 17 jóvenes. Ya había presenciado el show en Tandil y aseguró que la situación fue caótica.

“Entré al predio tipo 20.30, tras caminar muchas cuadras apretados y en algunos lados con empujones. No nos pidieron la entrada y casi no hacían cacheo. Fui al baño y era un caos, la gente se empujaba, gritaban y no había nadie para organizar”.

Explicó que “en la zona que estaba yo no hubo incidentes en los primeros tres temas. Cuando el Indio paró me enteré que había gente pisada, lastimada y más. Inmediatamente empezaron a salir las camillas con mujeres y hombres desmayados y golpeados. La gente se empezó a poner incordiosa y molesta”.

“Ya nuestro ánimo no era el mismo, porque no sabíamos si les había pasado algo a los que habían ido con nosotros o a gente conocida. Tras ese caos volvió a tocar, hizo un par de temas más y se fue sin despedirse ni nada”, señaló la joven jugadora de hockey.

Describió que “para salir del predio algunos estuvieron dos horas esperando. Había muy pocas salidas para la gente. Yo tuve que saltar una valla y crucé todo el campo. No había seguridad ni nadie indicando cómo retirarse. Personalmente la pasé bien hasta que me enteré lo que había pasado”.Damián Danieli también viajó desde la localidad balnearia y describió el descontrol ocurrido durante la salida.

“Fue muy complicado por la gran cantidad de personas. La hija de un amigo, que había ido con nosotros, se empezó a desmayar, por lo que la levantamos y tuvimos que empujar un poco para poder sacarla. Había gente perdida y que no sabía para dónde salir”.

Dijo que estaba a unos 150 metros del escenario y que “atrás era una locura, más que nada a los costados. Había gente con nenes y carritos”.

“El lugar verdaderamente colapsó y no se podía estar. Se ponían a hacer pogo y te ibas para todos lados”, agregó.