Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Rechazó el “prejuicio” de “juzgar a los otros”

Durante el habitual mensaje del Ángelus dominical, Francisco aseguró que cuando se “chusmea sobre los otros se camina sobre las sombras”.
Jorge Bergoglio se reencontró ayer con sus fieles romanos luego de su paso del sábado por Milán, donde reunió a más de un millón de fieles.

Agencia Télam

El papa Francisco criticó el “prejuicio” de “juzgar a los otros” y se lamentó de que se sigan las "luces falsas del interés personal”.

“¿Qué significa caminar en la luz? Significa sobre todo abandonar las luces falsas: la luz fría y fatua del prejuicio contra los otros, porque el prejuicio distorsiona la realidad y se carga de aversión contra todos los que juzgamos sin misericordia ni apelación”, aseguró durante el tradicional Ángelus dominical desde la ventana del palacio Apostólico del Vaticano.

“Esto es de todos los días: cuando se chusmea sobre los otros, se camina sobre las sombras, no sobre la luz”, sentenció Francisco.

“Otra luz falsa, porque es seductora y ambigua, es la del interés personal: si valoramos a los hombres y las cosas en base al criterio de nuestra utilidad, de nuestro placer, de nuestro prestigio, no hacemos las verdaderas relaciones en esas situaciones”, agregó Francisco en su reencuentro con los romanos tras la visita de un día que hizo a Milán, donde convocó más de un millón de personas.

“A propósito de Milán quisiera agradecer al cardenal arzobispo y al pueblo por la calurosa acogida, verdaderamente me sentí en casa”, apuntó en referencia a su visita a la cárcel milanesa de San Vittore, donde almorzó con un centenar de reclusos.

“Agradezco tanto queridos milaneses. Les diré una cosa, constaté que es cierto lo que se dice: en Milán se recibe con el corazón en la mano”, puntualizó el papa.

Al margen

El Vaticano recordó que desde septiembre de 2016 rige para toda la Iglesia un procedimiento para la remoción de obispos, eparcas u otros integrantes de la comunidad religiosa, incluso por negligencia, ante “causas graves” como los abusos sexuales.

La advertencia fue publicada en el L'Osservatore Romano, el órgano de difusión del Vaticano, con la reiteración de una carta que el papa Francisco difundió en junio de 2016 en forma de Motu Propio en la que señaló que la Iglesia “cuida y protege con afecto particular a los más pequeños e indefensos”.

En su misiva, el papa resaltó que incluía entre las “causas graves" para la remoción del ejercicio eclesiástico “la negligencia de los obispos” en su oficio “en particular cuando se refieren a los casos de abusos sexuales contra menores y adultos vulnerables”.

En Argentina, donde la semana pasada la Corte ratificó la condena a quince años de prisión al sacerdote Julio César Grassi en uno de los casos emblemáticos de abuso sexual contra menores de edad, siguen abiertas varias investigaciones como la causa contra una comunidad religiosa de San Juan -donde se abusaba de niños hipoacúsicos- o las de Entre Ríos, como el proceso contra el sacerdote Justo Ilarraz y el del “cura sanador” colombiano, Diego Escobar Gaviria, por violar monaguillos.

El papa ordenó a los obispados observar un procedimiento específico donde, entre otras cuestiones, señaló que el religioso que "tenga responsabilidad de una iglesia o comunidad de fieles" puede ser "legítimamente removido de su cargo si por negligencia ha puesto u omitido actos que hayan provocado un daño grave a los otros".

En 5 artículos, el protocolo papal advierte sobre la importancia de la atención vigilante e insiste con la puesta en práctica de un canon del Código de derecho canónico y de las Iglesias orientales, aunque no se trata de procedimiento penal, dado que solo apunta a los casos de "negligencia".