¿Resulta necesaria la operación de las orejas “en asa”?
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David Roldán
droldan@lanueva.com
Los límites y las diferencias entre una oreja “en asa”, como se las llama cuando son muy prominentes y separadas de la cabeza, y otra oreja “normal”, pueden ser materia de discusión.
Para algunos médicos la oreja en asa está catalogada como una "malformación", pero eso no deja de ser arbitrario.
Si se está pensando en corregir la forma de la oreja en asa en un niño lo importante, en todos los casos, es determinar si, efectivamente, esa característica física le supone al chico un problema para su autoestima, para su vida social y para su escolaridad.
De ahí, la importancia de realizar una evaluación psicológica antes de tomar alguna decisión terapéutica, que desde ya es posible y da resultados muy aceptables.
El problema de las orejas “en asa” tiene repercusiones psicológicas negativas más o menos serias de acuerdo con la personalidad del niño, la gravedad del problema y el ambiente en que se desenvuelve, sostienen especialistas de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica.
La evaluación psicológica deberá indagar en los motivos que tiene el chico, ya que es necesario determinar si tiene una verdadera necesidad de modificar esa característica de su cuerpo o si está influenciado por alguno de sus padres.
También son muchos los pediatras que recomiendan que los chicos sean operados antes de ingresar a la escuela primaria.
En todos los casos lo importante es si el chico lo desea, ya que esperar a que el pequeño alcance cierta madurez tiene sus beneficios.
Es sorprendente advertir cómo algunos niños concurren a la consulta junto a sus padres con un importante deseo de solucionar su problema, la determinación con que ingresan al quirófano y la alegría que muestran después de la operación.
Así y todo, los especialistas consideran que es conveniente que el niño sea operado recién a partir de los 6, porque a esa edad ya comprende mejor la situación y en lo estrictamente quirúrgico, se puede emplear anestesia local para realizar la cirugía.
Ahora bien, ¿en qué consiste el tratamiento quirúrgico o auriculoplastia que se emplea para corregir la oreja “en asa”?
Mediante un abordaje por detrás de la oreja se elimina un segmento de piel y cartílago auricular.
Luego se rediseña la oreja y se la fija al cráneo.
La auriculoplastia, aplicada en ambas orejas, es una intervención breve, que puede insumir entre 40 y 90 minutos y es ambulatoria.
De tal manera, una vez concluido el procedimiento, luego de un breve lapso de recuperación, el paciente estará en condiciones de volver a su casa.
Es, además, un procedimiento seguro.
Pueden existir complicaciones como en cualquier otro procedimiento quirúrgico, como la aparición de hematomas, seromas, infección, pero no son frecuentes.
Por lo tanto, se deben seguir estrictamente los consejos médicos para evitarlas.
Uno de los cuidados para prevenirlas es el uso de un vendaje protector durante unos pocos días después de la operación.
Según los profesionales especializados, no sólo los chicos que ingresan a la primaria demandan (no siempre explícitamente) corregir esta malformación.
Un gran grupo de pacientes que solicitan la cirugía estética de las orejas es el que ingresa a la escuela secundaria, debido a que en la pubertad comienza la preocupación por la imagen, el interés por agradar al otro y la necesidad psicológica de sentirse aceptable.
Ya en la juventud, los que requieren este tipo de intervenciones estéticas para solucionar las orejas en asa son los hombres y mujeres que necesitan usar el cabello corto o recogido por razones profesionales y antes lo mantenían oculto con un corte de pelo.
Desde el punto de vista médico, la auriculoplastia puede realizarse en cualquier etapa de la vida. Inclusive cuando ya han pasado varios años, aseguran los profesionales.