Rosario: una gata salvó a su dueño de morir en un incendio
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Una gata salvó a su dueño de morir cuando se incendió su casa de la ciudad de Rosario, al arañarlo hasta despertarlo de un profundo sueño.
Loli, una gata blanca y negra de siete años, protagonizó la proeza al salvar de las llamas a Eduardo Tambascia durante el siniestro que destruyó su vivienda, situada en Lisboa 2.930.
El incendio se desató en la planta alta de la propiedad del hombre de 69 años, que sufre severos problemas de salud. Su hermano tiene un taller de compostura de calzados en la parte baja.
Qué hizo
Loli notó que se había iniciado el incendio antes que nadie y desesperada se subió al pecho de Eduardo, un hombre que se somete a diálisis tres veces por semana por un cáncer que le costó un riñón y tuvo diez operaciones en la rodilla derecha.
"No entendía nada, hasta que di una bocanada y ahí caí en lo qué estaba pasando", indicó el hombre al diario La Capital.
Enseguida rompió una ventana, el aire fresco avivó las llamas y se incendió todo, por lo que decidió arrojarse desde el primer piso, para ser inmediatamente auxiliado por vecinos.
Luego volvió a trepar unas escaleras para rescatar a su perro "Jalisco", que es ciego y sordo, mientras que una segunda gata, llamada Minú, logró escapar por otra escalera.
En tanto, la gata heroína, trepó al techo por otra escalera y quedó refugiada con su panza chamuscada por las llamas.
"Desde que la encontré en el parque, así de chiquitita, es la gata más mansa que hay: duerme conmigo, me sigue a hacer los mandados, la llamo y viene", contó el hombre.
Por el momento no se había establecido las causas del incendio, pero todo indica que pudo haber comenzado por un cortocircuito en un lavadero o en el cuarto de la madre de los dos hombres, donde se guardan objetos en desuso desde su fallecimiento, a mediados del año pasado.
Además de todos los objetos personales de Eduardo, se perdieron los elementos de trabajo de su hermano José Luis, donde arreglaba y confeccionaba zapatillas para ganarse la vida.
Otra vez
Según cuentan allegados, no es la primera vez que Loli salva a Eduardo, ya que meses atrás se cayó y perdió la conciencia mientras sus familiares de la planta baja se encontraban ausentes por un viaje.
La gata maulló con insistencia hasta llamar la atención de vecinos, que finalmente auxiliaron a su dueño. (NA)