Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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El padre José Conti y toda una vida de servicio

Falleció el pasado 28 de marzo y hoy, a las 10.30, se realizará la misa en Vieytes 1497, donde depositarán las cenizas en el cinerario parroquial.
Vivió 55 años en la Argentina. Llegó en 1962 sin hablar una sola palabra de español.

"Cuando somos chicos no sabemos exactamente qué es Dios y vamos por instinto, por sentimientos", contaba el padre José Conti en la última entrevista que brindó a este diario el 12 de abril de 2015, sentado en su silla de ruedas en la capilla de la enfermería del colegio Don Bosco, en cuya residencia vivió hasta sus últimos días.

Allí contaba que atravesó la Segunda Guerra Mundial escapando de los bombardeos; se ordenó en Italia a los 25 y 7 años más tarde partió del puerto de Génova hacia la Argentina para continuar su misión.

Fue el 23 de diciembre de 1962 que el padre Conti pisó suelo argentino, sin saber español.

Desde la iglesia San Roque, el padre Mauro Cantanhede aseguró que "si bien su edad y su golpeada salud hacían previsible el desenlace hay mucho dolor por la pérdida de un hombre tan valioso".

"A pesar de los sufrimientos que lo acompañaron en los últimos años de vida y de la amputación de una de sus piernas, jamás demostró debilidad y menos aún, amargura. Cuando se le preguntaba cómo estaba, la respuesta era siempre la misma: 'Cada día mejor!', decía.

Según cuenta Cantanhede, "costaba explicar la paz interior que tenía, su optimismo, su entrega incondicional a quien le demandara ayuda. El dinero que pasó por sus manos, proveniente de generosos católicos alemanes e italianos, de sus familiares y de las modestas limosnas parroquiales tuvieron como destino el servicio a la comunidad: salón parroquial, colegio San Cayetano, capillas barriales, etc. Su austeridad de vida y su disponibilidad para servir a todos pasando por encima de sus torturas físicas fueron ejemplares. Mientras tuvo aliento, en su silla de ruedas, desempeñó las tareas a las que consagró su vida".

"La muerte nos quitó su presencia física pero su ejemplo nos acompañará para siempre y nos invitará a imitar sus virtudes. Confiamos en que desde el cielo interceda en favor de la Patria y de la comunidad en la que quiso trabajar y morir. Que en paz descanse", concluyó el padre Mauro Cantanhede. titular de San Roque.