Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¿Cómo cuidarnos de las enfermedades más típicas del invierno?

Llegó el frío, y con él las afecciones que lo acompañan. Lo importante es que estemos informados sobre las formas de prevenirlas.
¿Cómo cuidarnos de las enfermedades más típicas del invierno?. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

David Roldán

droldan@lanueva.com

Al descenso de las temperaturas que acompañan a la época invernal genera las llamadas enfermedades estacionales, siendo las infecciones respiratorias muy comunes tanto en niños como en adultos.

La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria ha dado a conocer, en tal sentido, algunos cuidados necesarios para este momento del año que tiene sus particularidades.

En un artículo difundido con el asesoramiento de los doctores Alejandra González y Marco Solís, coordinadores de la sección Infecciones Pulmonares, de la entidad, se explica que durante el invierno existe un aumento de circulación de gérmenes.

Se trata especialmente de virus, que son los precursores de cuadros infecciosos (en su mayoría de bajo riesgo) y que ceden de manera espontánea entre 5 a 7 días luego de haberse iniciado el cuadro, no se tratan con antibióticos y presentan mejoría sintomáticamente con antitérmicos.

Una de las enfermedades típicas del invierno es el resfrío que es el de mayor frecuencia y dura de 3 a 5 días.

Los síntomas son: estornudos, congestión y secreción nasal, escasa tos seca, dolor de cabeza y fiebre no muy alta.

El tratamiento se basa en aliviar los síntomas, con analgésicos, descongestivos y/o antihistamínicos.

En tanto, la gripe o Influenza dura entre 5 y 10 días.

Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.

Los síntomas son más intensos, con mayor congestión y secreción nasal, dolor de garganta, fiebre alta, dolores musculares y también tos seca .

Al igual que resfrío, se tratan los síntomas.

Tengamos en cuenta que la gripe puede presentar complicaciones.

Por lo tanto, se debe estar atento y consultar rápidamente ante la presencia de síntomas como falta de aire o dificultad para respirar, aumento de la tos con catarro amarillo o verde y dolor en el tórax.

La bronquitis/traqueitis es la inflamación de los bronquios o la traquea, que son los conductos por donde circula el aire.

Los síntomas son tos con mayor producción de secreciones y, en algunos casos, cuadros de broncoespasmo.

La causa es de origen viral en el 80 por ciento de los casos y los antibióticos están indicados según el criterio médico.

En la neumonía los síntomas son fiebre alta, tos con expectoración amarillo-verdosa o sanguinolenta, dolor en el tórax, decaimiento general y falta de aire.

Es la infección más severa de las vías respiratorias que, en algunos casos requiere internación. La causa más frecuente es por bacterias y se trata con antibióticos.

El modo de prevenir infecciones respiratorias graves es vacunándose.

Las vacunas son la antigripal, que debe ser aplicada todos los años y la antineumococcica es la vacuna contra el neumococo, una bacteria que produce neumonía y otras enfermedades.

Existen dos tipos que se diferencian por el número de cepas y por su capacidad para producir inmunidad.

Las vacunas son de aplicación gratuita en los grupos de riesgo.

Estas son algunas recomendaciones:

* La presencia de síntomas como congestión nasal, estornudos y tos seca, generalmente son de causa viral y no requieren antibióticos.

* Mantenerse alerta por posibles complicaciones y acudir a la consulta en forma temprana en casos de personas con enfermedades de base: cardiológicas, respiratorias, diabetes, renales y oncológicas.

* Generar espacios limpios y con ventilación adecuada.Los seres humanos en muchas ocasiones perdemos cierto equilibrio y nos vamos hacia los extremos.

Cuando llegan los fríos también aparecen este tipo de actitudes.

Por ejemplo, nos cobijamos en el interior de una vivienda donde no existe una calefacción con niveles adecuados sino equipos de calefacción (calefactores o estufas,por ejemplo) que se hallan al máximo de su producción de calor.

Alcanza con ingresar para darse cuenta que hasta llega a faltar el oxígeno necesario para permanecer sin riesgos que, a veces, suelen ser considerablemente peligrosos.

"En mi casa yo estoy liviano de ropas y la paso bien...", suele ser una frase que se repite.

No se trata de eso, sino de no pasar frío, pero tampoco estar agobiado por una temperatura demasiado elevada.

Es que, posteriormente, cuando llega el momento de ir al exterior se produce un golpe violento propinado por un frío que parecerá más pronunciad, como consecuencia del contraste.

Y aquí es cuando, muchas veces uno mismo empieza a ser el culpable de un resfrío, una congestión o cualquier otra enfermedad propia de la época.

Tampoco debemos quedarnos muy arropados cuando llegamos al trabajo o vamos a permanecer en otro lugar interior.

Evitaremos, también en este caso los efectos de los cambios de temperatura. El frío será frío, pero no tanto como si nos hubiésemos preparado para enfrentarlo.