Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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El Coloso de Rodas: de Helios, el dios del sol, al dios del turismo

Un equipo de arquitectos proyecta levantar una estatua-edificio del Coloso. Será un museo y centro cultural, con restaurante giratorio en la cabeza.
El Coloso de Rodas: de Helios, el dios del sol, al dios del turismo. Turismo. La Nueva. Bahía Blanca

Corina Canale

corinacanale@yahoo.com.ar

Los escépticos se preguntan de dónde saldrán los 250 millones de euros que, se estima, costará esta monumental estatua de 150 metros de altura, que recreará a la original obra del escultor Cares, del pueblo de Lindos, que comenzó a construirse en el 292 a.C., finalizó en el 282.

Lamentablemente, fue destruida por un terremoto en el 227. Estuvo en pie apenas 65 años.

Aquella estatua en honor al Dios Helios, el Dios del Sol, medía 32 metros, según la describió Plinio el Viejo.

Y se erguía majestuosa entre las casas bajas de esa época.

Esta misma impresión visual quiere lograr el equipo del arquitecto rodense Ari Palla, integrado, además de griegos, por italianos, españoles e ingleses.

La isla de Rodas es la más grande del archipiélago del Dodecaneso y una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Se la considera puente cultural entre Oriente y Occidente, y allí Anthony Quinn fascinó al mundo bailando el cadencioso sirtaki en “Zorba el Griego”.

De aquellas maravillas sólo quedan las Pirámides de Guiza en Egipto.

Los optimistas afirman que la inversión del Museo Helios se recuperará en cinco años.

Alegan que por la cercana Turquía pasan 40 millones de turistas por año y por Grecia 22 y que el Coloso captará buena parte de esos visitantes.

También, que atraerá inversiones en hotelería, además de crear puestos de trabajo y convertirse en un destino de todo el año.

Lo comparan con la Torre Eiffel, de 300 metros de altura, a la que visitan 7 millones de turistas anuales.

Según la mitología, está isla fue un regalo de Zeus, el Dios del Olimpo, a Helios, Dios del Sol. Una porción de tierra de 1.400 kilómetros cuadrados, plena de leyendas y bellas playas de arena y guijarros.

La capital de la isla también se llama Rodas y fue amurallada por los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que llegaron a ella tras ser expulsados de Tierra Santa.

Los bastiones defensivos de las murallas están bien conservados y sus puertas, entre ellas las de San Pablo y Santa Catalina, son muy imponentes.

Esa orden, fundada en Jerusalén en el siglo I, fue vencida en 1523 por el poderoso ejército de Solimán El Magnífico, tras lo cual partieron hacia Malta y formaron la Orden de Malta. En honor a la gran victoria del Sultán se construyó en tonos rosados la Mezquita de Solimán el Magnífico.

Dentro de la ciudad está la bulliciosa Calle de los Caballeros de Rodas y hay palacios, templos y la judería en la que vivieron los judíos que llegaron en el siglo II, tal como relata el Libro de los Macabeos.

Muchos judíos se fueron en el 1500, época en la que los obligaban a convertirse al cristianismo, pero regresaron cuando los otomanos tomaron el poder.

La comunidad judía actual es pequeña, pero el barrio judío es uno de los sitios más visitados, en especial la Sinagoga Kahat Shalom, una construcción de estilo sefardí y la más antigua de Grecia.

El puerto de Mandraki es el más antiguo de la isla y donde estuvieron los primeros asentamientos cretenses. También se cree que Cares erigió allí, en hierro, bronce, piedras y mármol, al desnudo Coloso de Rodas, con una pierna en cada una de los extremos de la amplia cuenca mediterránea.

Por debajo de sus piernas pasaban los barcos, y sus luces eran un faro que guiaba a los navegantes. Otra teoría dice que la estatua no estaba en ese lugar, sino en la Acrópolis de la ciudad.

Luego del terremoto que destruyó el Coloso, en el sitio en que se cree estaban los pies se levantaron dos columnas de piedra con dos ciervos de bronce arriba. Una leyenda dice que lo destruyó el mismísimo Helios.

El actual proyecto prevé un triple apoyo para el Coloso, que asegurará su estabilidad contra movimientos telúricos, y que adoptará la forma de una túnica cayendo detrás de las piernas. El Coloso ya no se mostrará desnudo ante el mundo moderno.