Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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El país de Victoria Ocampo, Eva Perón y Carmen Grey

En "Las libres del Sur", de María Rosa Lojo, la mirada de la autora se detiene en la figura de Victoria Ocampo pero de manera marginal, para abarcar más allá y descubrir, en otros espacios, mujeres como Eva Perón y Carmen Grey, una inmigrante española, protagonista de esta novela.


 BUENOS AIRES (Télam) -- En "Las libres del Sur", de María Rosa Lojo, la mirada de la autora se detiene en la figura de Victoria Ocampo pero de manera marginal, para abarcar más allá y descubrir, en otros espacios, mujeres como Eva Perón y Carmen Grey, una inmigrante española, protagonista de esta novela.


 "A mediados de los '30, mujeres como Victoria Ocampo o María Rosa Oliver luchaban junto a otras argentinas para la defensa de derechos que estaban directamente amenazados por la nueva legislación conservadora que intentaba retrotaerlas al estado de minoridad y de tutela, dependientes de sus maridos o padres", introduce Lojo.


 "En ese contexto, no quería hacer una biografía de Victoria Ocampo, que ya las hay y muy buenas, sino una obra que la tomara desde la ficción, para hacerla convivir con un personaje imaginario, Carmen Grey, una joven universitaria, de las pocas que había entonces, discípula de una intelectual notable, María de Maeztu, fundadora de la Residencia Internacional de Señoritas".


 Ella entra en contacto con Victoria y a través de su mirada se ve la Argentina, las mujeres argentinas y los problemas que enfrentan, desde otro ángulo.


 "No la mirada local sino la que viene de afuera que está y no está en la sociedad a la que llega. Ya lo he hecho en otras novelas --subraya--, introducir una mirada hasta cierto punto periférica a los personajes que van a formar el núcleo de la acción. Un mecanismo que sorprende, descoloca, permite ver aquellos personajes que los argentinos tenemos cubiertos de clichés".


 En este libro, recién publicado por Sudamericana, a Lojo le interesa mostrar la Argentina que Victoria Ocampo no conoce.


 "Eva Duarte, que era una niña en tiempos de la novela, también tenía que estar --apunta la historiadora e investigadora del Conicet--, primero porque ella era una `libre del sur', una muchachita ya con sueños de gloria, de trascender, que es lo que devora a Victoria Ocampo y lo que tiene Carmen Grey, en un tono menor".


 "Esa vocación de dejar algo en el mundo, al margen del destino genérico de las mujeres, ser madres, tener hijos... eso tienen en común las mujeres de la novela".


 Desde la perspectiva de la autora de "La pasión de los nómades", "La princesa federal" y "Una mujer de fin de siglo", entre otros textos, Rabindranath Tagore advierte que "el país que contempla Victoria está incompleto, es la punta de un iceberg, pero faltan otras cosas: un pueblo, una historia común".


 "Claro, él había leído a Guillermo Hudson, pero esa historia colectiva de la gente común no la ve --destaca Lojo--. Para colmo Victoria con el afán de entretenerlo y agradarlo lo aísla y, cuando lo lleva al campo, elige una estancia que es un palacete inglés. Tagore queda horrorizado y piensa que los argentinos no existen, son una especie de fantasmas o reflejos de la cultura de otros".


 "Tagore había sido muy crítico con la clase alta argentina. Y trata de convencer a Victoria de que ella no es una europea, que es una americana. Que está en otro mundo y pertenece a otra cultura, sólo que tiene que encontrarla. Esas semillas van a quedar en ella, en esa vocación de encontrar un lugar propio que la llevan a fundar Sur", considera.

La Argentina rota. Rigurosa por formación, Lojo reconoce que por más que escriba una novela no deja de ser una estudiosa: "tengo que saber sobre lo que escribo de manera exhaustiva".




 "Hay cosas que entran dentro de un plan y otras que surgen espontáneamente como el hecho de ponerlos juntos a Marechal y a Borges rumbo a Los Toldos. Allí se encuentran con Eva. Estas son iluminaciones que responden a una visión estética e intelectual", precisa.


 A la búsqueda de los hilos secretos que unen los espacios y los seres aparentemente más opuestos "en la novela están Victoria y Eva, Borges y Marechal, amigos y correligionarios en ese momento porque ambos eran irigoyenistas, aunque la gente se haya olvidado. Hay que tratar de tener una mirada que reúna los pedazos de la Argentina rota. Eso es lo que yo trato de hacer".