"Menotti dignificó con sus ideas lo que Diego defendió con la pierna izquierda", dijo Valdano

Redacción de La Nueva.

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Jorge Valdano es, desde siempre, un admirador acérrimo de la filosofía futbolística de César Luis Menotti, fallecido este domingo 5 de mayo a los 85 años.

El ex delantero fue una pieza clave del título mundial de México 1986, signado por la idea de Carlos Salvador Bilardo, pero su vínculo en torno a la manera de jugar siempre estuvo enlazado con Menotti.

El hombre nacido en Las Parejas, todo un intelectual del fútbol, despidió al mayor exponente de la filosofía del fútbol total, un Menotti que cambió el paradigma del mundo de la pelota tras la refundación de la Selección Argentina, con la que ganó el Mundial de 1978.

Lo hizo a través de su habitual columna en el diario El País, de España, titulada este lunes como "El profeta de la Nuestra".

Valdano comenzó con las siguientes palabras: “Cesar Luis Menotti fue un maestro que persiguió sus sueños hasta el último día. Incluso en estos tiempos en que a este don Quijote de la cancha no le quedaban ni molinos contra los que pelear, porque el fútbol argentino perdió el culto al estilo que le caracterizó durante mucho tiempo".

"Lo que no perdió es el espesor cultural, como demostró la Selección Argentina campeona en Qatar, última alegría que habrá enorgullecido a Menotti con todo derecho”, señaló.

Y continuó, en una suerte de comparación filosófica con Diego Armando Maradona: “Menotti definió, defendió y difundió La Nuestra. Un estilo que nos expresaba desde una estética futbolística elegante y una cultura callejera y orgullosa. Defendía al jugador diferente, enseñaba el oficio y hasta una visión moral de la cosa. Me gusta pensar que Menotti dignificó con sus ideas lo que Maradona defendió con la pierna izquierda”.

En torno a sus hitos como técnico Valdano sostuvo: "Como entrenador hizo campeón a un equipo modesto, Huracán, con un fútbol deslumbrante que todavía se recuerda. Ese logro lo puso al frente de la Selección Argentina a partir de 1974. Con un trabajo riguroso, jugadores con buena técnica que respetaban nuestro tradicional estilo y un ritmo de juego alto que hacía al equipo competitivo al máximo nivel, conquistó el Mundial '78". 

Y aborda el tema más espinoso de aquella cita: “Con los militares más sangrientos de la historia argentina en el poder, aquel triunfo aún permanece bajo sospecha por la dictadura. Un absurdo mayúsculo: jugaban muy bien, ganaron con justicia y pusieron al fútbol argentino en otra dimensión. Lo siguiente debería tener un reconocimiento tan grande como el título: dignificó como nadie y para siempre a la Selección Nacional. Desde el '78 la camiseta de la Selección Argentina alcanzó una dimensión sagrada y pesa el doble”.