"Espero seguir escribiendo mi historia", expresó el ultramaratonista bahiense Petracci

Redacción de La Nueva.

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Por Nicolás Batista / nbatista@lanueva.com

   ¿Cómo es la vida de un ultramaratonista? ¿Qué lo motiva a correr kilómetros y kilómetros, casi diariamente, sacrificando tiempos y físico? Una posible respuesta que, inconscientemente, formuló el bahiense Fernando Petracci es: los desafíos personales, superar su propia historia.

   “Podrás imaginarte cómo estoy. En lo personal busco terminar un tercer Spartathlon consecutivo, algo logrado por pocos corredores a nivel mundial y nacional, e intentar que todo esté alineado para hacer mi mejor carrera y bajar las 31 horas del 2015”, explicó Petracci, tan seguro en sus palabras como al momento de transitar esas legendarias calles griegas que unen Atenas con Esparta, a lo largo de 246 kilómetros, y que son el escenario perfecto para darle vida a esta tradicional competencia de ultramaratón que se desarrollará entre el viernes y sábado próximos.

   “Ya conozco el circuito, conozco lo durísima que es la carrera. Viví el calor extremo y 12 horas de lluvia sin parar; y viví el año pasado el dolor corporal extremo”, repasó el atleta local, quien sufrió en 2016 una lesión que casi lo lleva al abandono.

   Pero toda experiencia deja aprendizaje, como el que también adquirió en su camino 2017, donde participó en las 24 horas de Montevideo (6º) y el Mundial de 24 hs., en Belfast (Irlanda del Norte), donde culminó 18º (se compite en equipo).

   “Luego de los regulares resultados de Montevideo y Belfast, secundarios analizándolos en frío, modifiqué los entrenamientos, el soporte nutricional para recuperación muscular; reduje el entrenamiento en gimnasio a una vez por semana y realmente se notaron los resultados”, explicó Petracci, quien comparó sus anteriores dos arribos al Spartathlon.

   “Hay dos grandes diferencias. Logré hacer varios entrenamientos de doble turno por día, y 'entrenos' de 50, 60, 65, 70 y 80 km. con lomas, y además no llego lesionado”, afirmó.

Estrategia

   “Correr de menos a más, ser precavido en el descenso del Monte Parthenio (km. 159), hidratarme y alimentarme en tiempo y forma; y cuidarme del frío de la noche y todo detalle que se vaya presentando”, declaró el bahiense, quien partió ayer, vía Dubai.

   “Las cartas están sobre la mesa. Tengo ganas de llegar a Atenas y encontrarme con corredores amigos de todo el mundo, para empezar a vivir desde adentro la cultura griega. Espero seguir escribiendo mi historia y la historia deportiva de Bahía Blanca”, concluyó.