Bahía Blanca | Martes, 21 de mayo

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Caso Lola Chomnalez: la Justicia revocó la absolución y condenó al acusado de encubrir el crimen

Se trata del "cuidacoches" Ángel Eduardo Moreira Martínez, quien había sido detenido al comienzo de la investigación pero quedó libre luego de que su ADN diera negativo con el encontrado en los objetos de la víctima.

Lola tenía 15 años cuando fue asesinada.

Luego de 8 meses de la absolución de Ángel Eduardo Moreira Martínez, un tribunal de Apelaciones de Uruguay decidió revocar la decisión y condenar a ocho años de prisión al hombre que estuvo detenido por encubrir el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en diciembre de 2014 en la playa de Barra de Valizas.

Así el fallo del Tribunal de Apelaciones del 4to. Turno determinó que el acusado, alias "El Cachila", quien el 20 de junio pasado había sido absuelto por falta de pruebas y liberado de inmediato, debe volver a prisión. El hombre ya había permanecido detenido durante tres años y medio.

A pesar de que el hombre volvió a prisión meses después de la absolución por violar una restricción de acercamiento solicitada por una expareja, los jueces Luis Vicinguerra, Ángel Shaban y Gabriela Cobelli resolvieron por unanimidad revocar la absolución dictada por el juez Juan Letrado Giménez Vera, del 1er. Turno de Rocha, y condenarlo a ocho años de cárcel “como autor responsable de un delito de encubrimiento”.

"El Cachila" al momento de participar en la reconstrucción del crimen en 2015.

Tiempo atrás, el 28 de junio último, la fiscal de Rocha, Jéssica Pereyra, había apelado la decisión y al presentar el recurso había reiterado su pedido de condena a diez años de prisión.

Actualmente, por el crimen de la adolescente sigue detenido Leonardo David Sena, de 39 años, quien, según el fallo absolutorio del juez Giménez Vera, en su declaración sostuvo que no conocía al "Cachila".

En ese entonces, el magistrado explicó: “A través de material genético pudimos ubicar a una persona, que es quien depositó su material genético, valga la redundancia, en la escena del hecho. Es decir, en la toalla que estaba en el interior de la mochila que llevaba Lola el día que falleció y en su documento nacional de identificación argentino”.

Sin embargo, Giménez aclaró que no puede “decir que el caso esté cerrado” ya que el acusado no admitió “haber dado muerte a Lola Chomnalez”. “Está científicamente ubicado en el lugar del crimen. Reconoce haber tomado contacto con las pertenencias de Lola y que sustrae dinero de la mochila, reconoce lo que es imposible no reconocer porque la evidencia científica lo coloca en ese lugar, pero niega la autoría del crimen”, manifestó, en tanto, Juan Willman, uno de los abogados de los padres de la víctima.

Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación.

A ocho años del femicidio de Lola Chomnalez, el letrado expresó tranquilidad por lograr avances en la causa: “Es el primer aniversario en el que sentimos la tranquilidad de que la persona que había dejado su ADN en las pertenencias de Lola finalmente fue encontrada”.

El crimen de Lola Chomnalez

En diciembre de 2014, la adolescente de 15 años viajó a Uruguay y se alojó en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste.

Sin embargo, al día siguiente, la joven desapareció luego de salir a caminar por la playa y dos días después encontraron su cuerpo a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.

Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo. Para la fiscalía, la adolescente trató de escapar corriendo de sus asesinos, fue alcanzada, herida con un arma blanca y golpeada en la cabeza para finalmente morir asfixiada cuando, ante sus probables pedidos de auxilio, le apretaron la cara contra la arena.

“El Cachila” fue detenido al comienzo de la investigación, pero quedó libre ya que dio negativo el cotejo de su ADN con el material genético hallado en los objetos de la víctima, pero en 2019 la Justicia uruguaya lo volvió a imputar y lo detuvo como encubridor al concluir que “estuvo presente antes, durante y después del homicidio” de la adolescente.

Por su parte, en su declaración ante la Justicia, Sena afirmó ser inocente y sostuvo que el día del crimen él se cortó con una botella de vidrio mientras trabajaba en un supermercado de Valizas, que después se fue a la playa a tomar unos mates y en esas circunstancias fue cuando encontró tirada la mochila de la víctima y al manipularla la manchó con la sangre producto de esa herida. (Infobae)