Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Carmen de Patagones: aporte de la Provincia para recuperar el catamarán

Será de 10 millones de pesos. El convenio fue firmado por el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y el intendente Ricardo Marino. Mientras tanto, sigue la reparación de la nave. La embarcación se encuentra desde hace un tiempo atracada en la orilla, desde que fue imposible costear una serie de reparaciones.

La embarcación ofrecía uno de los recorridos turísticos más atractivos que se podían realizar por el majestuoso río Negro. Fotos: Archivo La Nueva.

   El municipio de Patagones recibirá un subsidio de 10 millones de pesos para restaurar y poner nuevamente en marcha el catamarán Currú Leuvú II, un medio de transporte fluvial clave para unir Carmen de Patagones con Viedma.

   El aporte fue comprometido por el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, ante el intendente Ricardo Marino, durante una reunión que mantuvieron ambos en la ciudad de La Plata.

   La rúbrica del convenio se realizó en respuesta a la solicitud que el jefe comunal de Patagones elevó en conjunto con su par de la ciudad de Viedma, Marcos Castro, al gobernador bonaerense Axel Kicillof.

   Marino destacó que este aporte, así como el efectuado por el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, “posibilitará la puesta en marcha de la emblemática embarcación”.

   En Carmen de Patagones se viene trabajando desde hace un tiempo para que vuelva a la vida el catamarán Currú Leuvú II, un viejo protagonista del río Negro, gracias al cual miles de personas han navegado sus aguas en el último medio siglo.

   La embarcación más famosa de la Comarca Viedma-Patagones se encuentra desde hace un tiempo atracada en la orilla, desde que fue imposible costear una serie de reparaciones necesarias para que pudiese seguir funcionando.

   Años atrás –en plena pandemia- se habían comprometido recursos y hasta se había hablado de la posibilidad de enviarlo a un taller naval para su reparación y puesta en funcionamiento, pero todo este proyecto quedó en la nada. Parecía que el catamarán no vería nuevamente repetidos sus días más felices.

   Sin embargo, esto no detuvo a la gente y a los amantes de este navío, quienes a partir de la creación de la Asociación Amigos del Catamarán, integrada por un grupo de entusiastas vecinos de la comarca, comenzaron a trabajar en la recuperación de la nave.

   En enero último, el legislador rionegrino de Juntos Somos Río Negro, quien fuera también una de las piezas fundamentales para la creación de la entidad, Marcelo Szczygol, le aseguró a La Nueva. que ya se ha trabajado en la reparación de los motores, el casco y la línea de ejes, y que ahora resta la construcción de una hélice.

   “Teníamos el compromiso de tenerla ya, pero con el cambio de gobierno a nivel nacional se nos complicó un poco la puesta del catamarán en flotación”, destacó.

   En forma paralela, se iniciaron las gestiones para conseguir el aporte del gobierno de la provincia de Buenos Aires que en las últimas horas anunció Marino.

   “La gente se tiene que quedar tranquila, porque hasta aquí se trabajó a conciencia y se hizo una buena tarea”, dijo.

   El legislador aclaró que la falta de la hélice no representa un problema, aunque aclaró que también deberá llevarse a cabo una inspección final del casco, que correrá por parte de personal especializado perteneciente a la Prefectura Naval Argentina.

   “Por supuesto, también debemos entender que hay otras prioridades en el país. Por esto, iremos paso a paso de acuerdo a la situación”, manifestó.

   Detalló que una vez que el catamarán esté nuevamente flotando y se amarre en el muelle de Prefectura, en Carmen de Patagones, se trabajará en la parte estética de la nave.

Nacido en La Boca

   La fabricación del catamarán Currú Leuvú II, especial para el río Negro, se realizó allá por el año 1975 en Buenos Aires, en el barrio porteño de La Boca.

   El "nacimiento", en aquel entonces, fue de mellizos; incluso, hasta hace un tiempo (y tal vez aun ocurra), el "hermano" de la embarcación patagónica vivía, en excelentes condiciones de conservación, en el Delta del Tigre.

   Antes de arribar a la zona de la Comarca Carmen de Patagones y Viedma, el Currú Leuvú II llegó, arriba de un buque de grandes dimensiones, a Bahía Blanca.

   Allí fue trasbordado a una nave menor, llamada Cándido Della Sala, que lo condujo hasta llegar a 10 kilómetros de distancia de la costa maragata, mar adentro.

   En ese lugar permaneció dos días, a la espera de mejores condiciones climáticas –en ese momento había un temporal- para ingresar al río. Cuando la tempestad calmó, por intermedio del marino Bruce "El inglés" Trousdell, de Bahía San Blas, Fernando Campisi (padre), Fourmantin y Hugo Campisi lo llevaron hasta Viedma.

   La llegada del catamarán al muelle de la capital rionegrina se llevó a cabo ante la presencia de unas 15 mil personas, que se congregaron ese 25 de septiembre de 1975 para darle la bienvenida.