Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Saber nos permite sobrellevar mejor la enfermedad del lupus

Las estadísticas demuestran que la mujer tiene más posibilidades de resultar afectada. No contagiosa, esta afección, además de las articulaciones y los músculos, puede atacar la piel.
Saber nos permite sobrellevar mejor la enfermedad del lupus. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

David Roldán

droldan@lanueva.com

El lupus es una patología crónica que afecta en mayor medida a las mujeres.

Causa daño en distintas partes del cuerpo y los especialistas destacan que el conocimiento de la enfermedad es trascendente para que el paciente pueda desarrollar una vida normal.

El lupus es una enfermedad del colágeno, no contagiosa, que además de afectar a las articulaciones y los músculos, puede dañar la piel, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el cerebro.

Según explicó el médico e investigador Ernesto Crescenti, director del Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti, en estos pacientes el sistema inmunitario se encuentra afectado, atacando alas células y los tejidos sanos.

“La causa por la que se origina esta enfermedad aún es desconocida”, afirma Crescenti.

A su entender, puede deberse a una predisposición genética, una infección por un virus o agentes que se encuentran en el medio ambiente y puede presentarse en cualquier persona, aunque en la mayoría de los casos afecta a las mujeres.

El especialista afirmó que existen distintos tipos de lupus y los síntomas varían según el paciente.

Los más comunes son dolor o inflamación de las articulaciones y músculos, alta temperatura, sarpullido enrojecido (con mayor presencia en la cara), dolor de pecho, pérdida del cabello, dedos pálidos o morados, sensibilidad al sol, hinchazón en las piernas o alrededor de los ojos, úlceras en la boca y cansancio.

“Obtener un diagnóstico puede ser difícil y puede demorarse a lo largo del tiempo, dado que no existe una prueba específica para determinarlo”, puso de relieve Crescenti.

Para descartar o confirmar la enfermedad el especialista deberá considerar, entre otras cosas, el historial clínico, un análisis de sangre, una biopsia de la piel y de los riñones.

El médico afirmó que el lupus no se cura con medicamentos, pero se puede estabilizar al paciente y ayudarlo a que desarrolle una vida normal.

Entre los medicamentos utilizados se encuentran los antiinflamatorios que alivian los dolores en los músculos y articulaciones, los corticoides e inmunosupresores que permiten controlar las complicaciones de la enfermedad, los antipalúdicos para tratar lesione de la piel y síntomas pericárdicos y los tratamientos inmunomoduladores que regulan el sistema inmunológico.

“Lo primero que debe saber el enfermo con lupus es que puede llevar una vida absolutamente normal, puede trabajar, estudiar y hacer ejercicio”, dijo Crescenti.

Una vez diagnosticado es vital que se informe acerca de la enfermedad, su impacto y participe activamente del tratamiento.

Algunos detalles que se tornan muy importantes

a) Se estima que una de cada 1.500 personas en Argentina padecen el lupus.

Aún así, es una enfermedad poco conocida y poca gente sabría explicar en qué consiste o cómo afecta al ser humano.

b) Cada lupus es distinto. Es una enfermedad reumática producida por un comportamiento anómalo del sistema inmune.

Por lo tanto, en cada persona actúa de una manera muy diferente.

Puede atacar a diferentes órganos, a la piel, articulaciones y a la sangre.

c) Un 90 por ciento de los pacientes son mujeres.

El lupus puede presentarse en cualquier persona pero la mayoría de los diagnósticos corresponden a pacientes del sexo femenino.

d) El lupus es tratable y el objetivo de la medicación es modular a la respuesta inmunológica alterada, buscando controlar el daño que produce la enfermedad.

El diagnóstico puede tardar.

d) Los médicos suelen identificarla a través de los brotes y eliminando la posibilidad de estar padeciendo otras enfermedades, ya que se puede confundir de forma sencilla. Para descartar o confirmarla el especialista deberá considerar, entre otras cosas, el historial clínico, un análisis de sangre, y biopsia de piel y de riñones.