“Acá es muy obvio que a mi abuela la vendieron”

Redacción de La Nueva.

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Alrededor de una hora permanecieron ayer dos ladrones en una casa del macrocentro, a la que ingresaron aprovechando un momento de distracción y redujeron a una mujer de 83 años y a las dos empleadas que la cuidan.

El hecho se produjo alrededor de las 8, en Moreno 348, donde reside Carmen Bayón, quien se encontraba descansando en su habitación cuando fue abordada por los delincuentes.

“Las sorprendieron cuando las chicas que la cuidan estaban cambiando el turno. Mi abuela sufrió una quebradura de cadera el año pasado. Estaban los dos armados, pero de uno momento a otro les estaban diciendo que se quedaran quietas, pedían plata y demás”, comentó Federico Braun (24), nieto de la damnificada.

El joven consideró que los desconocidos habrían actuado contando con información.

“Revolvieron todas las dependencias, aunque aún no pudimos confirmar bien cuánto se llevaron. Luego agarraron y metieron todas las cosas en el auto de mi abuela y escaparon”.

En este sentido, explicó que sustrajeron dos televisores, joyas, dinero en efectivo (trascendió que alrededor de cinco mil pesos) que había en una caja fuerte y otras pertenencias.

“Al auto, un Volkswagen Fox, gris, dominio KTT 249, mi abuela no lo usaba porque no podía manejar, pero estaba acá y tenía las llaves”.

Ayer, en horas de la tarde, el vehículo fue hallado por efectivos del Comando de Patrullas en Brickman al 1400, en el playón de estacionamiento del barrio UPCN.

Fuentes consultadas indicaron que el rodado no sufrió daños y fue sometido a pericias por parte de Policía Científica antes de ser restituido a su propietaria.

“Acá es muy obvio que a mi abuela la vendieron. En la casa trabajan y trabajaron muchísimas chicas. Desde el año pasado pasó mucha gente por acá. Y justo se dio en el momento que cambiaron el turno, un horario raro”, sostuvo Braun.

“Ahora queda investigar quiénes fueron. En la cuadra hay cámaras, aunque muchas están fijas y no sé si la policía podrá usarlas. Según mi abuela, los delincuentes estuvieron aproximadamente una hora acá dentro y estaban a cara descubierta”.

Por otra parte, consideró que afortunadamente su abuela no fue agredida por los asaltantes.

“Ella me dijo que cuando entraron estaba acostada en su habitación. Le decían que no se preocupara y que no le iba a pasar nada, pero el momento es muy feo. Ella se quedó callada, aunque le pedían dólares y joyas”, contó.

Finalmente, explicó que “mi mamá siempre le decía a mi abuela que la casa es muy grande, aunque este es su lugar y a ella le cuesta irse”.