Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Suicidio: ¿cómo comunicar un tema tan delicado y controvertido?

La Organización Panamericana de la Salud organizó un seminario para abordar aspectos referidos a la información del suicidio y cómo hacer una adecuada cobertura del tema.
Los casos de suicidio crecen y la forma de comunicarlos debe ser cuidadosa y sin detalles.

El taller, denominado “Mejores prácticas para reportar el suicidio con el fin de promover reportajes responsables”, fue de carácter virtual y contó con la participación de 130 periodistas, comunicadores y profesionales de la salud mental de 30 países de Latinoamérica.

Durante el encuentro, en el que se citaron casos históricos para digmáticos que generaron un despliegue mediático superlativo, como los de Marilyn Monroe en su momento o Robin Williams mucho más recientemente, los especialistas coincidieron en encontrar paralelismos en la cobertura mediática, con el riesgo de generar un efecto contagio, afirmación avalada por estudios de diversos países.

“Muchas veces se difunden casos de suicidio adolescente como si fueran verdaderos actos heroicos comparables a los de Romeo y Julieta, en la novela de Shakespeare”, afirmaron durante las sesiones.

Destacando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha identificado en la cobertura que hacen los medios una verdadera área estratégica para trabajar en la propia prevención del suicidio.

“El contagio a partir de noticias en los medios de comunicación es real”, afirmó Dan Reidenberg, experto norteamericano en salud mental y prevención del suicidio y copresidente del Grupo de Trabajo Internacional sobre Medios y Suicidios.

“Un aumento en el número de suicidios luego de los reportes periodísticos tiene que ver con la frecuencia de las notas, su ubicación en el medio, las imágenes, el detalle del método utilizado y el lenguaje empleado”, agregó.

En su presentación, Reidenberg, recomendó evitar explicaciones simplistas porque, “el suicidio es complejo y raramente puede atribuirse a una sola causa”. En su lugar, pidió aprovechar la oportunidad para explicar la complejidad del hecho.

Por su parte, Dévora Kestel, jefa de la Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OPS/OMS, pidió a los periodistas “cubrir el suicidio con cuidado para reducir el riesgo de comportamiento imitativo, cambiar percepciones incorrectas y animar a buscar ayuda”.

Entre los contenidos de cobertura que se recomienda evitar, figuran: a) describir el suicidio como inexplicable (si es posible, explicar los signos de alarma); b) glorificar el acto de suicidio (intentar presentar una historia equilibrada sobre la persona); c) incluir el método, la ubicación o detalles de la persona que falleció (limitar los detalles solo a los hechos que la audiencia necesita saber); d) retratar el suicidio como una respuesta aceptable a las adversidades de la vida; e) evitar títulos sensacionalistas; f) también gráficos y fotografías dañinas; g) No usar un lenguaje estigmatizante; h) no compartir el contenido de la nota suicida y por último evitar citar a la policía o a los primeros en llegar a la escena.

Un documento explica qué debe hacerse... y qué no

Ya en un documento titulado “Prevención del suicidio, un instrumento para profesionales de los medios de comunicación”, la propia Organización Mundial de la Salud había recomendado qué hacer y qué no hacer en cuanto a la difusión de este tipo de situaciones que suelen generar dudas acerca de cómo abordarlo en los distintos medios de comunicación.

Entre las recomendaciones del “Qué hacer” figuran, en primer término, trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos; referirse al suicidio como un hecho logrado, no uno exitoso y presentar sólo datos relevantes en la o las páginas donde se mencione el tema.

Asimismo resaltar las alternativas al suicidio; proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios y publicitar indicadores de riesgo y señales de advertencia.

Mientras tanto, entre aquello que no recomendaban hacer el documento en cuestión destaca publicar fotografías o notas suicidas, informar detalles específicos del método utilizado y dar razones simplistas.

También se desaconseja glorificar o hacer sensacionalismo del suicidio y usar estereotipos religiosos o culturales en un tema tan delicado y controvertido.